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Los mercados hacen cábalas: qué pasará con el dólar si Trump vuelve a ser presidente de EEUU

  • Empiezan las cábalas en los mercados tras su fuerte irrupción en las primarias
  • La amenaza de nuevo a la independencia de la Fed sería el principal peligro
  • Aunque los nuevos conflictos comerciales podrían aupar al 'billete verde'
Billete de dólar con la efigie de Trump en la campaña presidencial de 2020. Foto: Dreamstime

El expresidente de EEUU Donald Trump ha puesto la directa en su camino por volver a ocupar la Casa Blanca tras las elecciones presidenciales que se celebrarán el 5 de noviembre. Aunque su carrera arrastra un reguero de casos judiciales -enfrenta 91 cargos penales en cuatro casos separados- que arrojan dudas sobre si podrá aspirar finalmente a la presidencia, en la primera batalla interna se ha impuesto claramente. Trump ha ganado de forma apabullante los caucus republicanos celebrados ayer en Iowa, los primeros de la temporada de elecciones primarias y auténtico termómetro de la nominación. Pese a que quedan más de 10 meses para la cita electoral y puede pasar de todo, los mercados son conscientes del empate técnico en las encuestas entre Trump y el presidente en ejercicio, Joe Biden, cuya popularidad está en horas bajas en medio de una gran polarización, y empiezan a hacer cábalas sobre lo que supondría un segundo mandato del exempresario en el Despacho Oval. Uno de los puntos sobre los que se ha empezado a especular es la suerte que correrá la gran enseña económica y medida de poder mundial de EEUU: el dólar.

Uno de los primeros analistas en pronunciarse ha sido Ulrich Leuchtmann, veterano estratega de divisas de Commerzbank. En un informe para clientes publicado este mes, el experto lanzaba la pregunta de cómo afectaría un segundo mandato de Trump al 'billete verde'. Aunque es muy difícil saber qué pasará, Leuchtmann dejaba pistas a seguir: "Si Trump mantiene las manos alejadas de la Reserva Federal y no aplica una política de intervención que debilite el dólar, los factores favorables a la divisa predominarán a corto plazo si gana las elecciones. Sin embargo, si una victoria de Trump conduce a un cambio permanente en el sistema político estadounidense, los efectos a largo plazo serían relevantes. Y estos serían abrumadoramente negativos para el dólar".

Como recordatorio, el Índice Dólar (DXY) ganó un buen 5,5% en las seis semanas posteriores a la sorpresiva victoria de Trump en 2016, pero luego perdió alrededor del 11% en sus primeros 12 meses en el cargo. Sin embargo, reconoce Leuchtmann, "siempre hay 100 cosas que suceden que son relevantes para el dólar que no tienen nada que ver con quién está en la Casa Blanca y no necesariamente tiene que ser como en 2016". Por lo tanto, su análisis se basa en discutir los canales a través de los cuales una presidencia de Trump se vuelve relevante para el valor externo del dólar.

"Si Trump desencadena nuevos conflictos comerciales con todos los posibles socios comerciales de EEUU, esto sería positivo para el dólar. Aumentaría la demanda interna de productos estadounidenses y, por tanto, las presiones inflacionistas en el país. Si la Fed siguiera gestionando la inflación, la apreciación de los productos estadounidenses en relación con los bienes de países sujetos a aranceles punitivos estadounidenses solo podría lograrse a través de un dólar fuerte, que sería el resultado de dicha política", expone el analista alemán.

Además, continúa, los conflictos comerciales aumentarían los márgenes de beneficio de las empresas estadounidenses que operan bajo el escudo protector de los aranceles punitivos sobre los productos extranjeros competidores: "El capital invertido en EEUU sería así más rentable. Una política económica favorable a las empresas (desregulación, etc.) reforzaría este efecto. En particular, si una política comercial restrictiva limita simultáneamente las balanzas comercial y de capital de EEUU, una mayor necesidad de inversión extranjera provocará una apreciación del dólar".

"Si Trump lograra la victoria en las elecciones, esperaríamos que se prestara más atención a fortalecer el poder de negociación bilateral de EEUU no solo contra China, sino también contra tradicionales aliados de EEUU como Europa. Trump estaba dispuesto a imponer aranceles al acero y al aluminio europeos allá por 2018, y un regreso a un panorama político similar marcaría un cambio significativo con respecto a hoy. Trump enfatizó el fortalecimiento de las balanzas comerciales de EEUU y, si bien los cambios en el consumo impulsados por la pandemia han desdibujado el panorama, el déficit comercial de EEUU contra China de hecho se ha reducido desde los años anteriores a la pandemia", pone en contexto Antti Ilvonen desde Danske Bank.

"Todavía no sabemos a quién nominaría potencialmente Trump para su gabinete, pero durante su mandato anterior, también sus asesores más cercanos, como el representante comercial Robert Lighthizer y el asesor de política comercial Peter Navarro, fueron defensores a largo plazo del uso de aranceles. Esta vez, Trump probablemente estaría incluso mejor preparado para instalar asistentes con ideas afines en puestos clave para ayudar a impulsar cambios de políticas. En general, la victoria de Trump probablemente marcaría un alejamiento de las políticas industriales centradas en la oferta de Biden y un regreso hacia políticas comerciales más tradicionales", remacha Ilvonen.

Por supuesto, Leuchtmann también ve potenciales factores negativos para el dólar. Uno es la amenaza a la independencia de la Fed y a la política cambiaria del Tesoro estadounidense. Durante la segunda mitad de su mandato, Trump criticó repetidamente la política monetaria de la Fed y comentó los tipos de cambio del dólar. Era habitual ver al entonces presidente coger cada mañana su cuenta de Twitter y arramplar contra un Jerome Powell casi recién llegado a la presidencia de la Fed precisamente con su beneplácito. En uno de esos célebres tuits, Trump se preguntaba cuál era un mayor "enemigo" de EEUU, si el presidente chino, Xi Jinping, o Powell. Si en 2018 Trump culpaba a Powell de que las subidas de tipos no dejaban crecer a la economía de EEUU en todo su potencial, en 2019 las bajadas aprobadas le parecían insuficientes.

"Creo que encajaría en su modelo político recortar la independencia de la Fed y forzar una política monetaria más fácil. Al mismo tiempo, o alternativamente, Trump podría sucumbir a la tentación de utilizar políticas intervencionistas para imponer la debilidad del dólar que prefiere. Si una nueva administración Trump cruzara cualquiera de estos dos Rubicones, el resultado sería probablemente una debilidad masiva y sostenida de la divisa", señala el estratega de Commerzbank. "Un sector que opera bajo escudos arancelarios punitivos no tiene competencia de facto, pierde eficiencia a largo plazo y, por tanto, la economía estadounidense pierde potencial de crecimiento", ahonda.

Un regreso de Trump a la Casa Blanca probablemente pondría a Powell (cuyo mandato se extiende hasta 2026) en la posición de enfrentarse una vez más a aranceles y amenazas a la independencia del banco central, avanza Matt Gertken estratega jefe de Gepolítica en BCA Research. El experto asume que la Fed podría mostrarse más acomodaticia (dovish) de lo necesario en 2024 bajo la premisa de que el banco central prefiere recortes de tipos a aumentos durante años electorales, especialmente con un presidente en ejercicio: "La Reserva Federal es la mejor oportunidad para que el establishment político de Washington se mantenga en el poder". Sin embargo, contrapone, la Fed se volvería entonces más dura para intentar compensar en 2025. "Lo más probable es que los senadores moderados preserven la independencia de la Fed. Solo si la independencia de la Fed se desmorona en medio de un repunte del crecimiento mundial, el dólar se desplomaría", zanja.

Otro punto de atención será si un nuevo mandato de Trump afecta a la hegemonía mundial del dólar. "Siempre he sido escéptico ante las profecías catastrofistas que llevan años proclamando el fin del dominio mundial del dólar estadounidense. Al mismo tiempo, sin embargo, vengo sosteniendo desde hace tiempo que si la política de sanciones de EEUU se apartara de forma permanente y significativa de las políticas de sanciones de las demás democracias occidentales, y si EEUU siguiera abusando de la condición de moneda de reserva del dólar para imponer su política de sanciones a escala mundial, esa condición se vería seriamente amenazada".

"No si es sólo por cuatro años. Y no si se trata 'solo' de Irán. Pero si EEUU aplicara una política de sanciones en áreas clave de la política exterior que fuera inaceptable para el resto de Occidente, ni siquiera yo apostaría ya por que el dólar siguiera siendo la moneda de reserva y de comercio dominante en el mundo. Una pérdida de este estatus debilitaría muy probablemente al dólar de forma masiva", subraya Leuchtmann.

Trascendiendo el espectro puramente económico, Leuchtmann recopila las observaciones de que una nueva presidencia de Trump podría suponer una amenaza duradera para la democracia en EEUU: "A estos observadores no les tranquiliza que las cosas fueran bien en 2021 y que una transición democrática de poder fuera un éxito. A diferencia de lo que ocurrió tras su sorprendente victoria en 2016, argumentan, una nueva administración Trump llegaría a la presidencia bien preparada y desestabilizaría el sistema desde el principio. No quiero avalar ni rechazar esta opinión. Solo diré que si el argumento es válido, entonces la eliminación de la necesidad de enfrentarse a unas auténticas elecciones democráticas cada cuatro años podría permitir una política económica especialmente favorable a las empresas y, por tanto, contribuir a un fortalecimiento del dólar a corto y medio plazo".

No obstante, concluye, aparte de los Estados pequeños que pueden prosperar como paraísos fiscales, y aparte de las economías que se han enriquecido gracias a la abundancia de recursos naturales, solo las democracias han superado la 'trampa de los ingresos medios' y han alcanzado niveles de prosperidad muy elevados: "No sabemos si el camino inverso de la democracia a la autocracia conduciría a una pérdida de prosperidad. No existen pruebas empíricas. Pero es plausible. Por ejemplo, es poco probable que una economía en cuyas escuelas y universidades ya no se enseñe biología evolutiva pueda mantener una posición de liderazgo en biotecnología".

Con la reelección de Biden también habría riesgos para el 'billete verde'. "En cuanto al posible impacto económico, el regreso de Trump aumentaría la imprevisibilidad de las políticas, sobre todo en cuestiones de política exterior. En cambio, cabría esperar pocos cambios en la postura de confrontación con China frente al Gobierno actual. En caso de reelección de Biden con suficiente apoyo del Congreso, vemos el riesgo de que la política fiscal siga siendo expansiva, lo que puede incrementar los riesgos para la estabilidad financiera y ser un riesgo también para el dólar", estiman los analistas de Julius Baer en su Observatorio de Mercado para 2024.

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