Madrid
"A perro flaco todo son pulgas". En medio de toda la incertidumbre que rodea ahora las acciones de Grifols, que hoy se vuelven a desplomar en bolsa, esta mañana un error de Refinitiv, antigua división de Reuters, planteaba un recorte del 64% en la valoración que hacía Santander sobre la catalana, dejando su precio objetivo en menos de 10 euros. Precisamente esto provocó un mayor pánico vendedor en los primeros compases de la sesión, llegando a perder otro 18% (aunque a mediodía se moderaba en torno al 10%).
En el maremoto que se ha generado esta semana alrededor de Grifols tras el informe de Gotham City Research, los analistas no terminan de decidirse sobre la estrategia correcta a seguir en bolsa. La compañía se desploma ya un 38% desde el cierre del lunes y en este tiempo no han salido a la luz los grandes movimientos que están detrás de estas caídas.
En este sentido, desde Santander sí creen que estos fortísimos descensos han abierto una "oportunidad de compra" en el valor, al que le siguen dando un precio objetivo de 27,8 euros, un 220% por encima de sus niveles actuales. Explican sus analistas que "la relación de la compañía con Scranton es limitad a Haema y BPC, que contribuyen al ebitda con 30 millones además del préstamo de 90 millones de las adquisiciones de estas dos filiales en 2018". "Todas las relaciones entre Scranton y Grifols están auditadas y en línea con los precios de mercado", agregan. "Los Grifols solo controlan un 20% de Scranton, por lo que es más independiente de lo que pensábamos inicialmente", siguen. Por todo esto creen que la catalana puede cumplir los objetivos marcados de generación de caja y reducción de deuda en los próximos meses.
Así, "creemos que el informe de Gotham no cambia nuestra valoración y nuestras estimaciones y seguiremos esperando nuevos catalizadores como son los resultados anuales, el desarrollo de Fibrinogen, el cierre de la venta de Shanghai RAAS y el Capital Markets Day.
Santander es acreedor de Grifols
Hay que recordar que Santander es parte interesada en esta cuestión ya que es una de las entidades que soportan vía préstamos a la compañía, junto a muchas otras. En el caso del banco presidido por Ana Patricia Botín, tiene pignorado el 5,86% del capital de la catalana como garantía de un préstamo inmobiliario concecido a la familia Grifols por 250 millones de euros.
Esta operación data de 2022 y fue en forma de un crédito a Quadriga Real Estate, una de las patrimoniales de la familia fundadora y que depende de Scranton. Si no se devuelve este préstamo en 2025 estas acciones pasarán a ser de Santander, convirtiéndolo en el segundo mayor accionista de la empresa, solo por detrás de los propios Grifols.