El Banco Central Europeo ejecutó una gran desinversión de la tenencia de deuda en el mes de agosto. En el contexto de una reducción de su balance -que entre marzo y junio se cifró en los 15.000 millones de euros mensuales- el organismo europeo realizó una bajada, a nivel general, de 34.055 millones, hasta los 4,815 billones. En el caso de España, la bajada fue récord, con un total de 5.220 millones, hasta los 616.463 millones.
El objetivo de este movimiento es endurecer las condiciones de financiación para ralentizar el dinamismo económico. La idea es que, de esta forma, la demanda decrezca y disminuyan las expectativas de inflación del Viejo Continente, la cual fue revisada recientemente por el BCE al alza para los años 2023 (5,6%) y 2024 (3,2%), y a la baja para el año 2025 (2,1%).
Paralelamente, esta decisión del BCE hace disminuir su propio peso como inversor de los estados. En el caso de España, a pesar de la histórica desinversión de agosto, el organismo encabezado por Christine Lagarde acumula más del 30% de la deuda pública española. No obstante, hay que señalar que la reciente subida de tipos, ahora en el 4,5%, puede ser empleada para diversificar el porcentaje de tenedores de deuda, ya que el encarecimiento del precio del dinero, los bonos se hacen más atractivos para los inversores institucionales. En este sentido, es precio señalar que el coste medio de la deuda en circulación ha pasado del 1,541% de marzo de 2022 al 2,023% de agosto, según datos del Tesoro
Por otro lado, en el fondo de estas cuestiones encontramos la lucha por contener la inflación. En este sentido, el Banco de España publicó esta semana sus proyecciones para la economía española entre 2023 y 2025. Según el organismo encabezado por Pablo Hernández de Cos, la inflación este año alcanzará el 3,6% y el 4,6% en 2024, un panorama peor del que prevé la OCDE, que cuya estimación es que la inflación se sitúe en el 3,5% este año y en el 3,4% el siguiente.
Y a esta discrepancia de evaluaciones hay que añadirle la incertidumbre que deja las decisiones de la Reserva Federal de EEUU, que este miércoles ha decidido mantener los tipos de interés en el rango objetivo de entre el 5,25% y el 5,50%, pero comprometiendo una subida para lo que queda de año (sólo quedan dos reuniones).