
Son fondos que invierten en deuda pública española, en los que un gestor elige los plazos, a cambio de mayor liquidez y una inversión mínima inferior a la que requiere la compra directa de Letras. Pero hay que valorar que algunos conllevan más riesgo porque invierten en deuda a medio y largo plazo.
La afirmación de que los fondtesoros son una alternativa similar a las Letras es una de esas verdades a medias. Lo son porque invierten en deuda pública española, pero a su vez son distintos porque el plazo más largo al que se puede adquirir una Letra es de 18 meses, mientras que en los fondtesoros el gestor tiene libertad para construir la cartera con emisiones a los plazos que estime conveniente.
Eso significa que algunos fondtesoros concentran una parte significativa de sus inversiones en bonos con vencimientos a medio y largo plazo, superiores a esos 18 meses, lo que significa que el partícipe asume más riesgo, por su exposición a posibles movimientos en los tipos de interés, que con la compra de una simple Letra.
"Dejando de lado el riesgo de crédito –vamos a asumir que es nulo–, el inversor estará sujeto a un nivel de riesgo extremadamente alto si el fondtesoro invierte en bonos del Estado con vencimiento, por ejemplo, a 10 años. Eso querría decir que si los tipos de interés subieran un 1%, su cartera perdería aproximadamente un 10% de su valor", explica Josep Bayarri, director de inversiones de Arquia Gestión. "Y teniendo en cuenta que muchos de los inversores de los que estamos hablando invierten en estos productos como alternativa al depósito, yo preferiría elegir fondos de renta fija a corto plazo con elevada calidad crediticia como alternativa a las Letras", opina.
Según datos de Morningstar, hay siete fondtesoros a la venta en España, y en tres de ellos la mayor parte de sus inversiones en deuda pública española tienen un vencimiento de entre uno y tres años como mínimo, mientras que en los otros cuatro el grueso se concentra en emisiones a corto plazo (ver gráfico).
A la pregunta de si estos productos tienen sentido o no ahora mismo, Santiago García-Mussons, de Creand Wealth Management, responde que dependiendo del perfil del inversor: "Sí que es verdad que un fondo te va renovando los contratos una vez vencen (roll over) y que, por tanto, puede facilitar la gestión de la inversión".
La principal ventaja de estos fondos frente a la compra directa de deuda pública es que hay alguien encargado de tomar las decisiones de qué bonos comprar y a qué plazos. Otra es que requieren una inversión mínima inferior a la que exige la compra directa de una Letra, ya que los fondtesoros están disponibles desde 1 y 300 euros. Y su liquidez también es más alta, ya que en caso de necesitar recuperar la inversión se puede solicitar a la entidad una orden de reembolso.
Pero incluso así, "la decisión no es tan sencilla: el inversor tiene que tener claros qué riesgos está dispuesto a asumir, si es que está dispuesto a asumir alguno. Y a partir de aquí decidir qué fondo compra", explica Josep Bayarri, director de inversiones de Arquia Gestión.
Otro punto a valorar cuando se elige uno son sus comisiones, que se mueven entre el 0 y 0,7%, según datos de Morningstar, cuando hay entidades que aplican un coste del 0,1% sobre el nominal en la adquisición de una Letra. En cuanto a la rentabilidad que ofrecen los fondtesoros, los siete disponibles suben de media un 0,72% en lo que va de año.