
Wall Street se prepara una temporada de resultados histórica, en el mal sentido, pero que puede marcar un punto de inflexión. Los analistas coinciden en que la nueva batería de cuentas presentadas por las firmas del S&P 500 se saldará con la mayor caída de beneficio de la historia, descontando la pandemia. Así lo confirman las previsiones del consenso de analistas de FactSet, que muestran un descenso en las ganancias del 6,7% para el segundo trimestre, solo superado por el desplome del 31,6% vivido en 2020 con la llegada del coronavirus y los respectivos confinamientos.
El principal problema que está disparando estas preocupaciones es la ralentización económica de Estados Unidos, que temen que congele la demanda de los consumidores. Con la subida relámpago de los tipos de interés pasando del 0% al entorno del 5% al 5,25% en menos de un año, los expertos creen que el frenazo a la liquidez y el golpe en la economía se empezará a notar pronto, frenando la demanda ante un entorno más restrictivo. En base a esta situación, analistas como Morgan Stanley aseveran que en el cómputo global de 2023 los beneficios de las empresas caerán de media un 16%.
Al margen de un entorno más restrictivo, está la propia subida de precios (y de costes) derivada de la oleada inflacionaria que ha golpeado al mundo tras el covid-19 y las políticas de los bancos centrales frente al mismo y la guerra de Ucrania. Los últimos datos del IPC de EEUU muestras han sido del 4,1% tras meses de contención de la oleada inflacionaria. Sin embargo, la economía está absorbiendo subidas de precios muy agresivas desde finales de 2021, con la práctica totalidad de 2022 superando el 7% y tocando en junio de ese año el 9,1% máximos no vistos desde 1981.
El augurio de los mayoristas
Las principales empresas de venta mayorista en Estados Unidos han salido en tromba durante el último mes para anunciar recortes de previsiones ante estos problemas. Este fue el caso de Macys que explicó que "el consumo ha retrocedido más de lo que esperábamos porque los clientes reasignaron gastos en alimentos y servicios", resaltó Jeff Gennette, director ejecutivo de la empresa. Desde Costco, también se envió el mismo mensaje. Richard Galanti, director financiero en la empresa explicó también que sus clientes están rebajando las compras de sus productos.
"La importante reducción de de ganancias de Macy's subraya los desafíos que enfrentan los minoristas debido a un entorno de gasto del consumidor que se debilita y cambios en los presupuestos hacia los servicios", dijo David Silverman, director senior de Fitch Ratings. Al margen de Macy's también han mostrado reducciones firmas como Target, Lowe y Home Depot, el caso de esta última, asustando de forma clara a los inversores.
"Ha habido un mayor debilitamiento de la demanda en relación con nuestras expectativas"
Al margen de los problemas de la compañía por la deflación del precio de la madera, la compañía explicó que había encontrado serios problemas debido a "un mayor debilitamiento de la demanda en relación con nuestras expectativas, y la continua incertidumbre con respecto a la demanda de los consumidores". Tras estas palabras la firma anunció que preveían un recorte de los ingresos de todo el año del 5%, cuando hasta entonces solo anticipaban una caída del 2%.
Según Nielsen el ánimo de los consumidores está claro. La última encuesta de la consultora muestra que el 90% de los estadounidenses están reduciendo sus gastos en busca de ahorro y más de la mitad de la población del país ha cambiado a marcas más baratas para poder hacer frente a sus gastos.
Desaceleración del consumo
Desde Deloitte ven clara una desacerlación económica "a paso de tortuga" en 2023. Sin embargo, el analista, Daniel Bachmann explica en su último informe que "nuestro escenario base es que esta ralentización no será lo suficientemente pronunciada como para merecer la etiqueta de recesión". Desde UBS también mencionaban en su último informe la idea de "una desaceleración lenta" gracias a "un fuerte mercado laboral".
El ceo de Bank of America, Brian Moynihan, explicó en una conferencia en Nueva York hace dos semanas que, según los datos de su firma "el gasto de los consumidores se ha ralentizado" y que esta situación "demuestra la victoria de la Fed en su lucha por enfriar la economía para contener la inflación".
"Hay un riesgo importante de que las ganancias retrocedan en medio de una contracción general del gasto por parte de los estadounidenses"
Edward Kelly, analista de Wells Fargo, destaca que, a pesar de que ahora el consumo haya podido resistir con mayor o menor intensidad, "hay un riesgo importante de que las ganancias retrocedan en medio de una contracción general del gasto por parte de los estadounidenses".
A pesar de esto consenso entorno al debilitamiento en la demanda, los últimos datos disponibles respecto al consumo de las familias en Estados Unidos fue bastante positivo. Según las cifras del Departamento de Comercio sobre el último mes registrado (abril), el gasto del consumidor estadounidense mostró un repunte sorpresa con un incremento del 0,8%. Por su parte, los pedidos de bienes básicos repuntaron un 1,4%, mientras que los pedidos en su conjunto aumentaron un 0,5%. Estos datos, según la Reserva Federal en su último informe, mostraron esta firmeza debido a la resistencia del mercado laboral estadounidense, que se mantiene con un 3,4% en mínimos de 1969.
Respecto a cómo puede asentarse este enfriamiento en el PIB de Estados Unidos, este ha vivido una reducción sostenida desde que empezó a subir con fuerza en 2022 tras dos trimestres de caídas. Que el trimestre final de aquel año se saldó con un crecimiento de la economía de la potencia norteamericana del 3,2%, los últimos datos registrados muestras una reducción hasta situarse en el 1,1%. Una situación que podría empezar a notarse en las cuentas de los buques insignia de Wall Street.
Los beneficios rebotarán con fuerza a finales de año
Los ingresos y beneficios caerán en la próxima temporada de resultados, ese es el consenso de los analistas, pero las previsiones de FactSet muestran que este podría ser un paso atrás para dos dos hacia delante. Para el tercer trimestre los analistas esperan un repunte de los beneficios del 0,7% mientras que en el cuarto trimestre anticipan un resurgir del 8%, un despertar corporativo con poco precedentes derivado de una mejora de la economía y de las condiciones monetarias por parte de la Reserva Federal.
Sin embargo, los analistas dejan claro que ese "despertar" en la recta final del año está muy comprometido por los acontecimientos que sucedan hasta entonces de hecho. Creen que una posición nuevamente restrictiva por parte de la Reserva Federal o un revés por parte del exterior como lo fue la guerra de Ucrania o la crisis de suministros, podría poner patas arriba todas sus previsiones.