La agencia cierra el círculo al ser la última de las tres grandes firmas de calificación estadounidenses que ha mejorado el rating de Repsol en los últimos meses. Lo ha hecho este jueves, al aumentar la nota que le dan a la deuda de la empresa española hasta el BBB+, desde BBB, y dejando una perspectiva estable.
Fitch argumenta su decisión por "el fuerte desapalancamiento de la compañía, por debajo de 1 vez su ebitda, además de una reducción sustancial de su deuda bruta, un incremento fuerte de sus operaciones en su negocio principal de petróleo y gas, el incremento en la inversión en los negocios de bajas emisiones y una gestión financiera prudente", señala la agencia.
Además, les gusta que la firma "haya conseguido cerrar con éxito la venta del 25% de su negocio de exploración y producción a EIG Partners, algo que permitirá a la empresa mejorar su flexibilidad financiera, en un momento de incertidumbre general en los mercados y de transición energética", explica Fitch.
Una de las claves más importantes para los inversores y analistas es la retribución que está siendo capaz de mantener Repsol, a pesar de haber sido capaz de ejecutar un proceso de desapalancamiento fuerte en los últimos años. "Esperamos que la compañía continúe aumentando la retribución a los accionistas y también la inversión en capex, a pesar de que prevemos que va a ser capaz de reducir el apalancamiento medio por debajo de una vez de aquí a 2027", señala la agencia.
Un mal año en bolsa
Aunque el comunicado oficial de Fitch llegó con el mercado europeo ya cerrado, las acciones de la empresa integrada española vivieron un rally alcista en las últimas horas de cotización, que la llevaron a terminar la sesión con una subida diaria en bolsa del 2,4%. Esta revalorización, y el buen hacer de la firma en los últimos meses a ojos de los analistas, no es suficiente para borrar el mal año que está atravesando la empresa en bolsa, con una caída del 12,5% de sus acciones en el mercado, las terceras que más retroceden del Ibex 35 desde el primer día del ejercicio.
Esta caída, de hecho, coincide con la que están viviendo los precios del petróleo en el año (-12,5%), en un momento en el que los mercados parecen estar poniendo en precio las expectativas de un frenazo económico, con el descenso del consumo de energía que eso supone, en un momento en el que la oferta de petróleo está siendo suficiente para cubrir la demanda mundial.
El próximo domingo tendrá lugar la siguiente reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos, la OPEP+, en la que revisarán su estrategia de producción, sin que, a día de hoy, se esperen cambios. En el último encuentro, a principios de mayo, la OPEP+ ratificó el recorte de oferta conjunto de 1,65 millones de barriles diarios.