En los últimos años, la carrera entre EEUU y China por el dominio de la economía mundial se ha intensificado, lo que ha obligado a ambas potencias a buscar nuevas formas de incrementar y afianzar su influencia. Parte de esa contienda se está librando en suelo firme, donde estos países trabajan por controlar las materias primas esenciales para la transición hacía una economía neutra en carbono. También en el espacio, con las infinitas posibilidades que ofrece. Sin embargo, al igual que el cielo no es el límite para Pekín, tampoco lo es el planeta. Y es que, como si de una novela de Julio Verne se tratase, el Gobierno chino se ha propuesto acercarse lo máximo posible al centro de la Tierra para encontrar fuentes alternativas de recursos.
Es una empresa muy audaz, pues el centro de la Tierra se encuentra a más de 6.000 kilómetros de distancia y, conforme se desciende, la presión y las temperaturas son tan elevadas que es prácticamente imposible construir nada. Es por ello que, hasta la fecha, el agujero más profundo hecho por el hombre, ubicado en Rusia, solo tiene 12,2 kilómetros de longitud.
Aún así, el Gobierno de Pekín no se siente amedrentado y quiere intentarlo. En su caso, el plan es perforar un agujero de más de 10.000 metros en la corteza terrestre y atravesar más de 10 estratos continentales para llegar al sistema cretácico, donde se encuentran rocas de hace 145 millones de años.
Según las autoridades chinas y las empresas implicadas en el proyecto, la exploración profunda de la Tierra tiene fines científicos -como identificar recursos minerales o ayudar a evaluar los riesgos de catástrofes medioambientales- y también servirá para poner a prueba tecnologías de perforación subterránea profunda. No obstante, los intereses podrían ser otros. Así lo dejó entrever un trabajador, quien dijo en una televisión estatal china que el pozo es "para buscar petróleo y gas", recoge Computer Hoy.
Se prevé que las operaciones, que ya han comenzado en la cuenca del Tarim, Región Autónoma Uygur de Xinjiang, en el noroeste del país asiático, duren 457 días. Durante el proceso, se utilizarán brocas y tubos de perforación de más de 2.000 toneladas de peso, entre otros instrumentos. Una vez esté acabado, se convertirá en el pozo más profundo de la historia de China, según la agencia oficial de noticias Xinhua y publica Bloomberg.