
La Comisión Europea ha presentado este miércoles una propuesta para reformar la normativa sobre inversiones en la UE, que no prohibirá los incentivos para vender fondos de inversión pero sí elevará las exigencias para evitar aumentar la transparencia. Al amparo de la Retail Investment Strategy (RIS), el Ejecutivo comunitario busca atajar el conflicto de interés de las retrocesiones, es decir, la parte de las comisiones de gestión utilizadas como incentivo para la distribución de los productos de inversión colectiva.
La propuesta de la Comisión Europea solo contempla prohibir las retrocesiones en el caso de la venta de fondos sin asesoramiento, porque considera que no se puede justificar el valor añadido. Una medida con la que busca asegurar que el asesoramiento financiero se alinea con los intereses y necesidades del inversor.
"No estamos introduciendo una prohibición total en las comisiones", explicó ayer la comisaria de Servicios Financieros, Mairead McGuiness en rueda de prensa, justificando que sería muy abrupto introducir un veto de la noche a la mañana. Sin embargo, se establecen "estrictos requisitos para las retrocesiones". Así, la industria de inversión se quita la presión de una eliminación de las retrocesiones que había estado sobrevolando durante meses, como ocurre en Reino Unido o Países Bajos.
En un discurso en el think tank Eurofi en Estocolmo, McGuiness, apuntó a finales de abril que la transparencia no será suficiente para cubrir la brecha de conocimientos entre el inversor y su asesor financiero. Si bien la comisaria irlandesa ha sido, tradicionalmente, favorable a prohibir tales incentivos, tanto Francia como Alemania, motor de las decisiones comunitarias, han manifestado su rechazo a tal medida. No es trivial que cuenten con grandes bancos y aseguradoras, el eslabón de la cadena que recibe incentivos a cambio de comercializar los productos de una gestora a los inversores.
Además, el Ejecutivo comunitario plantea un estándar de referencia que permita la comparación de costes para los productos en el mercado. La norma requerirá también altos estándares de calificación para los asesores financieros y establece que los clientes deben recibir cada año al menos un informe con una visión clara sobre el rendimiento de las inversiones en su porfolio.
Si no se cumplen estas normas, las autoridades nacionales podrán imponer sanciones económicas que podrían llegar a la rescisión de la licencia en el caso de prácticas que rompan la normativa de forma flagrante.
Lo que pretende el Ejecutivo comunitario con esta revisión es mejorar la divulgación de las reglas del mercado, atajar los conflictos de interés de terceras partes y asegurar rentabilidad al inversor. Y es que la UE recela de no ser un mercado lo suficientemente atractivo para los inversores en la escena mundial. "El nivel de participación de los inversores minoristas en el mercado de capitales de la UE es bajo comparado con otros mercados internacionales", han reconocido fuentes de la Comisión Europea.
"En la UE hay muy poca confianza en los servicios de inversión, lo que a menudo detiene la inversión", ha contextualizado el vicepresidente económico de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis, en la rueda de prensa.
La propuesta del Ejecutivo comunitario pretende garantizar que los asesores ofrezcan el producto más apropiado en función de las demandas de cada inversor. Además, deben sugerirle el producto con el más coste eficiente y que no tenga garantías adicionales. "Cualquier coste y cargo debe ser justificado en línea con el retorno del producto", ha incidido la comisaria de Servicios Financieros.
Así la revisión establece, por otro lado, una serie de cambios para que el marketing y la comunicación a través de las redes sociales sea lo más explícita posible, con la información relevante visible para el inversor desde el principio. Y es que Bruselas considera que la digitalización y la entrada en escena de figuras como los influencers entrañan un riesgo de engaño para el receptor de esas campañas.
Tras varios estudios, la Comisión Europea ha advertido que los inversores se ven influidos por la primera información que reciben, por lo que el marketing tiene un impacto sustancial en ellos. Así, plantea que se establezcan reglas para una presentación equilibrada de la información. Además, los fondos de inversión serán responsables de garantizar que la información que se proporciona a través de las redes sociales sea verídica.