
La crisis bancaria que empezó hace un mes en Estados Unidos ha sentado bien a los inversores en deuda del Tesoro estadounidense. A principios de marzo, el título con vencimiento a 10 años cotizaba en el entorno del 4%, una rentabilidad que se veía impulsada por las perspectivas de que la Reserva Federal iba a tener que seguir subiendo los tipos de interés para frenar la inflación. Los problemas en el sector financiero han disparado las expectativas de que se produzca una recesión en Estados Unidos, y han hecho que muchos descuenten que la Fed va a verse obligada a frenar la subida de tipos, e incluso a empezar a recortarlos este mismo año.
Esto es gasolina para el precio de los bonos: la esperanza de tipos más bajos trae compras de deuda, para adaptar la rentabilidad a vencimiento del título a la nueva realidad de la política monetaria. Esto es exactamente lo que ha pasado en las últimas semanas: el bono americano a 10 años ha pasado del 4% de rentabilidad hasta el 3,28%. Es la rentabilidad a vencimiento más baja que se ha visto en el título desde el pasado mes de septiembre. Alcanzar este nivel ha llevado a los inversores a ganar un 5% por precio con el bono americano a 10 años desde que empezó el ejercicio.
Descuentan una 'macro' débil
Las compras de deuda americana (y también europea) volvieron a coger impulso, después de conocerse varios datos macroeconómicos débiles en la primera economía del mundo. En marzo, por ejemplo, la actividad en el sector servicios fue menos intensa de lo que se esperaba, y también hubo menos contrataciones de lo previsto en el país. Estas noticias animaron las expectativas de que la Fed eche el freno próximamente, y generó compras que redujeron la rentabilidad del T-Note en 5 puntos básicos.
Desde estos niveles hay gestores que creen que al bono no le queda demasiado recorrido alcista por precio. Desde la gestora Pimco prevén que el título se moverá "en el rango de rentabilidad de entre el 3,25% y el 4,25%", lo que prácticamente borra el potencial del título desde el nivel actual. Eso sí, no descartan que tengan que revisar a la baja las expectativas de rentabilidad: "La revisión de nuestra expectativa de rentabilidad se inclina a la baja, debido al aumento de los riesgos en el sector financiero", señala Pimco.