Creand Wealth Managament, la marca bajo la que opera fuera de Andorra el grupo Credit Andorrá, tiene como objetivo alcanzar los 5.000 millones de euros en 2024 en España, y se encuentra en vías de conseguirlo, de manera orgánica e inorgánica. Tras la integración del multi family office GBS, Marcos Ojeda, el responsable de la firma en España, asegura que no descartan realizar más adquisiciones para ganar volumen, un factor fundamental para las boutiques financieras.
En un año tan convulso en los mercados, ¿qué le están diciendo a sus clientes más conservadores?
Este año no ha sido fácil, y con la renta variable y la renta fija con retornos negativos hemos tratado de ser eficientes a la hora de hacer cambios en las carteras para que los impactos sean los menores posibles. Les decimos que deben tener paciencia y prudencia, porque al mercado le sienta mal la volatilidad y la incertidumbre. Y cuando no se ven las cosas claras hay que tener cuidado.
Y los clientes que en los últimos años han necesitado incrementar su perfil de riesgo para obtener rentabilidad, ¿es el momento ahora de que recuperen su perfil original?
El mercado ha cambiado mucho, ya no se trata de invertir solo en renta variable o renta fija, sino que hay una serie de productos en auge, con una visión a más largo plazo del ahorro, como el private equity, donde ahora estamos muy activos. No tienen la liquidez inmediata de otros productos, pero en función del riesgo de cada cliente, están funcionando muy bien.
¿Qué productos ofrecen?
En capital privado trabajamos con Qualitas Funds desde hace muchos años. A la hora de elegir un fondo de private equity lo importante es la diversificación, sobre todo cuando eres un inversor novel en estos temas. Qualitas es capaz de acceder a través de fondos de fondos a algunos vehículos a los que solo tienen acceso los inversores institucionales o los restringidos. Hemos comercializado ya cinco vehículos.
¿Qué rentabilidades han ofrecido?
De doble dígito, entre el 16% y el 18%, para un periodo de cinco o seis años, durante los cuales hay también periodos de desinversiones.
¿Aparte del capital riesgo, tienen en mente otro tipo de ilíquidos?
También estamos trabajando el mundo de las socimis. Socimis y private equity son los dos vehículos que estamos promoviendo entre nuestros clientes.
¿Hasta qué punto esta apuesta se va a mantener cuando se esperan buenos retornos de los mercados cotizados en los próximos años?
La banca privada ha cambiado mucho. Antes existían las sicavs y ahora ya no. Nosotros tenemos la intención de gestionar fondos y sociedades de capital riesgo, cuando recibamos la autorización de la CNMV. Hoy ya tenemos la autorización para gestionar fondos y sociedades de inversión libre. Y evidentemente los productos alternativos tienen bastante capacidad de desarrollo en el futuro.
¿Cuántas sicavs tenían y cuántas van a ir a liquidación?
Teníamos alrededor de 35 sicavs y quedarán 10, porque les sigue interesando mantenerlas a sus dueños.
En los que han decidido liquidar, ¿cuál ha sido la recomendación?
Depende de cada cliente, de su situación financiera a corto plazo, de su situación familiar, depende de muchos factores. No hay una regla concreta. La mayoría se convierten en sociedades anónimas dedicadas a invertir y tributando al tipo correspondiente.
¿Cambiará el concepto de asesoramiento en este tipo de clientes?
Nosotros somos una firma pequeña pero especializada en gestión patrimonial y asesoramiento, con la capacidad de realizar préstamos a nuestros clientes. De hecho, siempre hemos perseguido ser una boutique financiera. Desde 2011, cuando Credit Andorrá entra en Banco Alcalá como accionista mayoritario, hemos querido evolucionar por dos vías: crecimiento orgánico e inorgánico. Siempre hemos querido tener equipos de banqueros senior, capaces de generar crecimiento, abierto a la marca, y hemos realizado compras muy enfocadas a firmas dedicadas al asesoramiento personalizado. Por eso adquirimos GBS. La única opción que tenemos para competir en el mercado es dar el mejor asesoramiento a nuestros clientes. Por tanto, para nosotros no cobra más relevancia especialmente ahora el asesoramiento, porque ya es nuestro core business.
¿En el accionariado no va a entrar nadie más después de Torre Rioja?
Hoy por hoy no tenemos en mente dar cabida a más accionistas, después de la entrada de la socimi Torre Rioja, pero si surge la oportunidad de alguien con mucho interés y consideramos que paga bien el valor de la compañía, lo estudiaríamos, pero siempre en un porcentaje pequeño. Pero no está en nuestra hoja de ruta. Credit Andorrá, con quien tenemos una sinergia enorme, tiene intención de ser el socio mayoritario.
¿Va a poder sobrevivir la banca privada centrada en producto?
No conozco el plan estratégico de otras firmas de banca privada, pero es un caladero de clientes para un banco como el nuestro, porque ofrecemos un asesoramiento multi family office. Y la banca tradicional no llega a clientes por debajo de un determinado patrimonio. Las grandes entidades siguen siendo muy predominantes en banca privada y eso nos da oportunidades a los pequeños para seguir creciendo.
¿Realizarán más adquisiciones?
Estamos abiertos, pero con matices. Para nosotros lo más importante son las personas. Al ser un banco pequeño, el equipo tiene que estar muy motivado, con un altísimo nivel de pertenencia. Y las firmas que compremos deben tener una filosofía de trabajo muy parecida a la nuestra para que no haya un choque de culturas y evitar problemas. Hemos analizado muchas operaciones en el mercado pero que fueran perfectamente complementarias y que las personas tuvieran un encaje filosófico en nuestro esquema de compañía no es fácil. Queremos hacer más adquisiciones, pero son volvernos locos. Ahora mismo hemos terminado la integración de GBS y estamos en un proceso de integrar una pequeña eafi que era de Vall Banc, que al ser comprado por Credit Andorrá, se integra en el grupo.
¿Hay zonas geográficas en las que quieran crecer prioritariamente?
Queremos crecer en las zonas donde estamos: Madrid, Cataluña y Levante. Así cubrimos el 70% de la riqueza del país. No estamos cerrados en entrar en otras zonas, pero depende de las personas. Y muchas veces es más productivo tener presencia en León y no en Andalucía porque has dado con el profesional adecuado.
¿Es más fácil ahora con todo el movimiento de profesionales encontrar a esas personas?
Encontrarlas nunca es fácil. Ahora incluso es más difícil porque hay mucho movimiento de personas, hay cierta inflación salarial, y es evidente que las comisiones van a la baja. Nosotros hemos incorporado este año a cinco banqueros en la casa, cuatro en Madrid y uno en Levante. Pero no estamos obsesionados con atraer gente, con la intención de alcanzar los 5.000 millones de euros al final del año 2024, desde los 3.500 que tenemos ahora.
¿Y va a ser más complicado durante los próximos años, por esa inflación salarial, costes, inversión en tecnología, ganar dinero en un mercado con tanta competencia?
Sí, pero por eso es importante tener más volumen. Nosotros consideramos que con nuestra capacidad en materia de compliance, de reporte regulatorio, etc, podemos dar servicio a muchos más clientes y poder ser más eficientes también en la cuenta de resultados. Pero el futuro pasa por que las boutiques tienen que ser más grandes, estamos obligados a serlo.
¿Y cuál sería el volumen idóneo?
De momento llegar a 5.000 millones. Más allá, requiere otro planteamiento que implica incrementar los costes operativos.