
El dólar vive una nueva sesión de potentes caídas frente al resto de divisas tras dos datos de la inflación. Este jueves la divisa más importante del mundo se anotó su mayor caída desde 2016 años al ceder casi un 1,69% frente al euro. Lejos de un rebote tras una caída de este tipo, este viernes vuelve a las andadas dejándose otro 1%. El índice del dólar (comparado con el resto de monedas) acumula un 3% de caída en dos días, su mayor caída en dos sesiones desde el año 2009.
Los expertos dan por hecho que este podría ser el pistoletazo de salida para el fin de la subida en el precio del dólar que ha reinado este 2022. Creen que, tras haber tocado techo, vienen meses de caídas frente a un euro que podría volver a superar a la moneda norteamericana. Sin embargo muchos advierten que es muy pronto para anunciar el fin del 'dólar fuerte. Si los últimos datos del IPC son un oasis en el desierto o si el BCE relaja sus subidas de tipos, esta caída podría verse frustrada.
En lo que todos coinciden es en que el inicio de estas caídas serían los datos de la inflación de Estados Unidos del pasado jueves. La Reserva Federal está poniendo toda la carne en el asador con subidas de tipos de 75 puntos (ya lleva cuatro consecutivas) con el objetivo de detener la subida de precios desatada a lo largo de este año. Los últimos datos del IPC mostraron un aumento del 7,7% interanual de los precios frente al 8,2% de septiembre, tres décimas menos de lo esperado por el mercado.
Esta bajada ha abierto una puerta a la esperanza de que la Reserva Federal cumpla antes de tiempo con sus objetivos doblegando a la inflación y pueda moderar pronto sus alzas de tipos. El mercado de futuros de Bloomberg ya da una posibilidad del 71% para que la subida de tipos de diciembre sea de solo 50 puntos básicos. Hace solo tres días la posibilidad era del 50% y han sido estas cifras las que han precipitado un fuerte cambio en las perspectivas.
Pedro del Pozo, director de inversiones financieras de Mutualidad de la Abogacía defiende que, "en la medida que la inflación vaya relajándose y las curvas de tipos reduzcan su tensión, primero de nuevo en EEUU que en Europa, deberíamos ver una cierta depreciación del dólar, probablemente, en primera instancia hacia la zona del 1,10 dólares por euro". Respecto a cuando veremos estos avanzas, del Pozo afirma que "la velocidad y cuantía final del movimiento dependerá del modo en el que corrija la inflación y, especialmente, de la inferencia que los mercados realicen en torno a las actuaciones de la Reserva Federal y el previsible decalaje de estas actuaciones por parte del Banco Central Europeo".
Víctor Alvargonzález, director de estrategia y socio fundador de Nextep Finance, explica que esta situación ha provocado que "el dólar haya tocado techo a corto plazo en su cotización con el euro". Destaca que "dependerá completamente del BCE y de Ucrania", además de hasta donde siga bajando la inflación en Estados Unidos.
En cualquier caso, Alvargonzález apunta a que estamos frente a un momento clave en el que pueden suceder muchas cosas porque "va a depender de hasta donde suban los tipos de interés el BCE y no sabemos cuánto va a reducir la inflación la llegada de la recesión". El experto añade que "si la recesión le hace el trabajo sucio al BCE no tendrá que subirlos mucho y entonces tampoco el euro se mostrará muy fuerte. Si la recesión no ayuda, el BCE tendrá que subir mucho sus tipos de interés y eso ayudará al euro"..
Por su parte, José Francisco Ramos Ponferrada, gestor de carteras de A&G, coincide en que los próximos meses "el dólar no tiene potencial alcista" y especifica que "nuestra principal tesis sobre la divisa es que el bono a diez años americano no llegará al 5% y que se estabilizará más cerca del 4% que del 5% lo que implica un potencial estrechamiento en el diferencial de tipos entre Estados Unidos y Europa". Además Ramos Ponferrada apunta a que Estados Unidos se encontrará con un importante déficit fiscal lo que "suele ser perjudicial para las divisas" y empujará a la baja el precio del dólar.
El dólar ha subido un 12% frente a las principales divisas del mundo, un 22% frente al yen, y un 9,9% frente al euro. Esta última subida provocó un sorpasso histórico que primero llevó a la divisa norteamericana a la paridad con su homóloga europea, para luego dejarla en un precio más barato. Actualmente un dólar se cambia por 0,97 euros.