
2022 está resultando un ejercicio atípico para las petroleras en general y para Repsol en particular. La inusual combinación de elevados precios del crudo y del gas derivados de la crisis energética, los altos márgenes de refino y un dólar fuerte está propiciando que las compañías del sector eleven este año su beneficio operativo (ebitda) hasta niveles históricos que no se vislumbraban a comienzos de enero.
En el caso de la firma capitaneada por Josu Jon Imaz, la estimación del consenso de FactSet se ha incrementado un 74,3% respecto a lo esperado hace diez meses y, de cumplirse lo previsto, cerrará el curso con un resultado bruto de 12.605 millones de euros. Esta mejora supone un incremento del 88% respecto las ganancias de 2021.
Excluyendo de la carrera del beneficio a la luxemburguesa ArcelorMittal (que es puro ciclo y logrará 14.365 millones este año para caer hasta los 7.000 millones el que viene), el ebitda de Repsol se encuentra, según las estimaciones actuales, a 74 millones de superar al de Iberdrola y a 63 millones de Telefónica.
Lejos quedan aquellos tiempos en los que el beneficio operativo de la teleco, a cierre de 2011, batía cotas nunca vistas con 25.000 millones de euros en un momento en el que el de la petrolera era de 8.735 millones y el de la eléctrica tres veces menor (7.507 millones). Desde entonces, la compañía que dirige José María Álvarez-Pallete se ha enfocado en la última década a acelerar el ritmo de desinversiones para reducir deuda, lo que ha contribuido a adelgazar el tamaño de sus ganancias. Al mismo tiempo, las firmas vinculadas a la energía han ganado músculo apoyando su crecimiento en la diversificación internacional y en la apuesta por las renovables, lo que les ha permitido reducir distancia con Telefónica.
Por áreas de negocio, fue la exploración y producción de hidrocarburos la que más dinero aportó a sus últimas cuentas. "Las refinerías de la compañía se encuentran en un punto dulce", destacan los analistas de Alantra. "El 45% de sus materias primas son petróleos pesados que se comercializan con grandes descuentos, mientras que el 55% de la producción son destilados que disfrutan de mayores márgenes en una oferta escasa. Esto ha permitido una prima de refinado de 2,5 dólares por barril en el tercer trimestre y la razón de la mejora respecto a nuestras estimaciones", agregan desde la entidad.
Alantra: "Las refinerías de la compañía se encuentran en un punto dulce"
Pero si se analizan las proyecciones ebitda para 2023 y 2024, se observa que el crecimiento que los analistas esperan para Repsol no es sostenible y que desde el pico de este año el beneficio tenderá a ajustarse al calor del precio del crudo. Según explicó el el propio director financiero, Antonio Lorenzo, en una entrevista para elEconomista.es, por cada dólar que sube el Brent, la petrolera mejora su ebitda en 60 millones de euros.
Según el consenso de Bloomberg, a cierre del último cuarto de 2022 el barril de referencia en Europa caerá hasta el entorno de los 95 dólares, lo que dejaría un precio medio para todo el año de 101,38 dólares. Y de cara a 2023, seguirá cayendo hasta cerrar el ejercicio en los 96,84 millones, lo que repercutirá a la baja la cuenta de resultados de la industria.
El consenso ve al barril de Brent europeo en 95 dólares a cierre de 2022
Con estas previsiones, el beneficio operativo de Repsol para el próximo año caerá un 17% hasta los 10.479 millones y que el año siguiente, incluso perderá la barrera de los 10.000 millones.
Por contra, el ebitda de Iberdrola seguirá aumentando un 9% de cara al año que viene y un 8% más el siguiente, cuando la previsión apunta a una nueva marca de 14.876 millones de euros, la mayor del índice español. En el caso de Telefónica, las ganancias brutas repuntarán hasta rozar los 13.000 millones los dos próximos años.
Mejora de precio objetivo
La petrolera acaba de reportar el mejor beneficio neto registrado por la firma en los 9 primeros meses del año. Con estos números, Repsol volverá a aumentar hasta 0,35 euros brutos por acción la retribución en efectivo y el consejo propondrá a la junta de accionistas del próximo año un complementario de otros 0,35 euros. Así, la remuneración efectiva para 2023 aumentará un 11% hasta los 0,70 euros brutos por acción, desde los 0,63 euros de este año, adelantando el objetivo de retribución previsto para 2024.
Tras los resultados, siete firmas de análisis han elevado su valoración entre un 3% y un 6%
Estas perspectivas han llevado al consenso a mejorar un 0,3% el precio justo hasta los 17,63 euros respecto al previo a los resultados, lo que supone un potencial del 29,5%. Siete casas han revisado su valoración al alza, dos a la baja y el resto no las ha variado. Los mayores incrementos proceden de Oddo BHF, Kepler Cheuvreux, CaixaBank BPI y Alantra, entre un 3% y un 6% en las tres últimas sesiones.
"El grupo se ha comprometido a repartir entre el 25% y el 30% del flujo de caja libre en forma de dividendos y recompra de acciones, lo que equivale a 2.200 millones de euros, es decir, una rentabilidad del 12%, una de las más altas del sector del sector", explican desde Oddo BHF.
El menor margen del sector europeo
Según el consenso que recoge FactSet, el beneficio bruto que Repsol obtendrá de cada 100 euros ingresados este año será de poco más de 15 euros, en línea con el que logró el pasado ejercicio, y se mantendrá en estos niveles los dos años siguientes. Para contextualizar estas cifras, hay que tener en cuenta que los márgenes de las grandes petroleras del Viejo Continente por capitalización se sitúan muy por encima de los de la española. Desde el 21% que logra la británica Shell, el 23,6% de BP y TotalEnergies o el 26% de la italian Eni. Y por encima del 27% se sitúan los de la austríaca OMV, y las noruegas Aker y Equinor.