Bolsa, mercados y cotizaciones

Qué dosis de bonos y bolsa debe poner si es inversor conservador o agresivo

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En los últimos años los mercados han puesto a prueba uno de los mantras que más se repetían en la parte que concierne a la asignación de activos: una cartera equilibrada consistía en tener un 60% de exposición a renta variable y un 40% a renta fija, un formato de diversificación que muchos gestores y analistas consideraban adecuada para el inversor medio. El mercado de renta fija puso a prueba esta distribución de activos, ya que, después de años de estímulos por parte de los bancos centrales, las rentabilidades a vencimiento de los principales títulos de renta fija se hundieron a mínimos históricos, reduciendo las expectativas de rendimiento para los inversores.

Esto, sin embargo, ha cambiado radicalmente en los últimos meses. La inflación ha irrumpido en todo el mundo y se ha llevado por delante los precios de los bonos, generando el peor año de la historia para los inversores en renta fija, y también, para quien hubiese distribuido su cartera en ese formato 60/40.

Después de las pérdidas históricas que se están produciendo este año (el índice de bolsa mundial MSCI World cae un 21,9% desde el primer día del ejercicio, y el selectivo de renta fija mundial de Bloomberg deja pérdidas del 19,6% por precio en el mismo periodo), hay muchos inversores que se están planteando volver a construir cartera, aprovechando que el mercado se ha reseteado. La situación ha cambiado y elEconomista.es ha preguntado a los expertos qué dosis de renta fija y renta variable sería la más adecuada para el inversor en los próximos años.

Para ello es importante diferenciar dos perfiles diferentes: el conservador, que prefiere evitar volatilidad y riesgo en su cartera a cambio de sacrificar rentabilidad, y el agresivo, a quien no le preocupa tanto lo anterior y prefiere intentar maximizar los resultados, aunque sea asumiendo más riesgo.

Según la opinión de los alquimistas expertos en construcción de carteras, para el perfil conservador ahora el perfume más adecuado se compone de un 15% de renta variable, un 65% de renta fija y un 12,5% de liquidez. Cada dosis responde a la mediana de las respuestas que han ofrecido los analistas en la encuesta realizada. Por su parte, para el perfil de inversor agresivo los expertos consideran que lo más adecuado es mezclar un 60% de renta variable, con un 25% de renta fija y un 7,5% de liquidez.

Algunos analistas incluyen una pizca de activos alternativos (activos menos líquidos y que suelen ayudar a diversificar la cartera, como, por ejemplo los bienes inmuebles, materias primas, hedge funds y fondos de capital riesgo) dentro de su mezcla favorita y, tanto en el caso del perfil conservador, como en el del agresivo, la mediana se mantiene en un 10% de este tipo de activos para la cartera.

Según estos resultados, la distribución de un 60% de renta variable en cartera y 40% en renta fija vuelve a ser interesante para el inversor agresivo, aunque es cierto que una parte sustancial de la dosis de renta fija se aconseja colocarla en liquidez.

La cartera conservadora

¿Qué tipo de bonos deben ser la base de ese 65% de media que deben tener los inversores conservadores en cartera? En general, los expertos consultados coinciden en que lo más adecuado ahora es buscar plazos medios de vencimiento (bonos con maduraciones del entorno de los tres años) y, sobre todo, no hacer virguerías con la deuda high yield (los bonos que no tienen grado de inversión, también conocidos como bonos basura: se inclinan por centrarse en los títulos con calificación de grado de inversión, tanto en bonos soberanos, como en corporativos.

"En renta fija recomendamos bonos con duración máxima de 3 años y en compañías con grado de inversión europeas y americanas", explica Eduardo Cobian, director de asesoramiento financiero de Creand WM. Para él, la cartera conservadora debe ser "un 70-80% renta fija, entre un 5% y un 10% en renta variable y el resto lo tendríamos en liquidez para aprovechar oportunidades que nos de la volatilidad", indica.

Desde Caser Asesores Financieros, el responsable de asesoramiento Gonzalo García cree que sólo es adecuado tener un 10% de exposición a bolsa para este tipo de perfiles, ya que "la renta fija corporativa en grado de inversión ofrece en estos momentos una relación rentabilidad riesgo muy atractiva, con yields que no veíamos desde hace mucho tiempo, y las cotizaciones de los bonos pensamos que ya tienen recogido un escenario económico muy negativo", explica. Por geografía, "nos centraríamos en Europa y en euros, ya que no creemos que haya que asumir otros riesgos de divisa", indica.

En el mismo sentido, Samuel Pérez Ogayar, analista de inversiones de Tressis, expone cómo "para un cliente cauteloso, nuestra recomendación sería tener el grueso de la renta fija en Europa (60-65%) en plazos medios, en una suma de productos que estén expuestos tanto a deuda pública como privada", señala. En cuanto a la calificación, considera que "deberían tener grado de inversión y, puntualmente, invertiríamos en papel que no esté calificado", destaca.

Desde iCapital desglosan con todo detalle cómo diversificarían la exposición a renta fija en la cartera conservadora, y destacan cómo, "después de muchos años, ocupará una posición mayoritaria en la cartera, del 45-50%", y se centran en "gobiernos desarrollados de largo plazo, entre un 15% y 20% del total, entre deuda española y norteamericana", explica. En la parte de deuda corporativa, que es "un 20-28% de la cartera", buscan "tanto grado de inversión, con un 13%-18% de la cartera, como high yield, con un 7%-10%. En este último caso recomendamos un sesgo hacia Estados Unidos", avisa.

El perfil agresivo

La expectativa de que se puedan producir más caídas en los mercados lleva a los expertos consultados a recomendar, en general, una poción en renta variable menos agresiva de lo que cabría esperar para los inversores con un perfil más agresivo, aunque hay firmas que apuestan más claramente por los activos de bolsa, como Caser Asesores Financieros, Andbank o Welcome AM, donde alcanza entre el 70% y el 75% de la cartera, en su horquilla máxima.

Víctor Adriá, del equipo de asesoramiento y gestión discrecional de patrimonios de Andbank Wealth Management, explica que para la parte de renta variable recomiendan una exposición de 40% a bolsa europea y un 46% a la de Estados Unidos. Un 6% lo dedicarían a renta variable japonesa, pero tomando exposición con la divisa cubierta, para evitar el riesgo del yen. A mercados emergentes destinarían un 8%, y de este porcentaje una cuarta parte estaría invertida en China, pero con una estrategia menos direccional, ya que el gigante asiático ha pasado a estar infraponderado en las carteras.

"Los otros países que componen la parte de renta variable emergente sería a través de fondos bien diversificados, que tengan especial presencia en India, Brasil o Vietnam", apunta Adriá, teniendo en cuenta que aconsejan un sesgo blend-value para "seleccionar negocios de calidad, poco endeudados, líderes de sus sectores y más resilientes en el contexto de volatilidad que vivimos. Sectorialmente, sobreponderamos en especial el sector salud".

En Welcome AM, recomiendan una exposición a bolsa americana del 25% y a bolsa europea del 20%, dentro del rango del 70% que tienen establecido en renta variable para los perfiles agresivos. Daniel Vaquero Bernal, socio director de esta firma de asesoramiento independiente, comenta que en Estados Unidos optan por balancear los sesgos de crecimiento y valor, si bien es cierto que, "en crecimiento, optamos por grandes y medianas compañías, mientras que en valor preferimos fondo de compañías pequeñas y medianas americanas. En Europa, optamos por un fondo con foco en compañías de calidad y otro de los denominados fondos de autor, un gestor de reconocido prestigio gestionando de forma independiente" y complementan la inversión con cuatro estrategias: Japón por valoración; Salud como sector defensivo; y dos temáticas: recursos naturales, y energía sostenible. En mercados emergentes, prefieren un fondo global, bottom-up, y sin estilo definido.

Activos alternativos

En A&G advierten de que aunque la recesión económica está descontada por los mercados, la recuperación posterior todavía no, por lo que el posicionamiento de las carteras debería reflejar esta situación. José Manuel Villamor, director de Weatlh Management del banco privado, señala que tomarían cierto riesgo en renta variable en ambos perfiles, sobreponderando claramente Estados Unidos sobre Europa y dando un peso relevante a Asia. "Nos inclinamos por sectores defensivos y orientados a valor, para rotar la cartera en los próximos meses a cíclicos y crecimiento cuando el mercado dé muestras de recuperación", subraya. El experto también apunta la inversión alternativa enfocada en economía real ligada a la transición energética fundamentalmente.

Beatriz Hernández, analista del departamento de Soluciones de Inversiones, recuerda que, como estamos viendo desde comienzos de año, "el corto plazo puede ser muy volátil y dar miedo, pero la historia nos demuestra que a largo plazo el mercado nos ofrece oportunidades y rentabilidades atractivas para nuestros ahorros", por lo que recomiendan una cartera diversificada en fondos globales y direccionales.

"Dependiendo del momento de mercados, estos fondos podrían complementarse con otros más sectoriales o temáticos. Actualmente, por ejemplo, una parte de la renta variable está dirigida hacia fondos que invierten en compañías de calidad, con balances sólidos y con unos márgenes que se puedan ver menos afectados por la inflación gracias a su capacidad de fijación de precios", afirma.

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