Bolsa, mercados y cotizaciones

Queda quemar la fase de que muere el capitalismo

Madridicon-related

Cuando el mercado se mueve por los sentimientos y no por los fundamentales solo nos queda aferrarnos al aforismo de que es un esquizofrénico en el corto plazo que recupera la cordura a largo plazo.

Llevo semanas reconociendo el error que cometimos al pensar que el aldabonazo para señalar el final de esta corrección se retrasará mucho. Antes del final del verano creíamos que en septiembre veríamos señales inequívocas de que los precios comenzaban a controlarse. En EEUU, sin la presión europea de la guerra, con un 8,2% en septiembre se ha rubricado un IPC una décima superior a lo previsto, aunque lo peor es que la subyacente (la que excluye energía y productos sin elaborar) se ha ido 6,6%, tres décimas más que en agosto, y la mayor en cuatro décadas.

Vamos a tener inflación más alta más tiempo de lo previsto y más subidas del precio del dinero de lo que pensábamos. Con este escenario es fácil explicar parte de lo que está pasando en los mercados. Las bolsas han ido quemando etapas de comportamiento conductual de los inversores. Hemos pasado desde la incertidumbre del qué puede suceder, al no vender porque no tiene sentido hacerlo en estos niveles de valoración, después de haber dejado por medio la negación de la evidencia. ¿Por qué se iba a haber controlado la inflación con tanta facilidad cuando nos habíamos dicho que es como la pasta de dientes, muy fácil de sacarla del tubo y muy complicado volverla a meter?

Y, por desgracia, queda la peor fase por pasar: la de la claudicación. De momento estamos en manos de posiciones cortas; perdiendo niveles que obligan a los inversores apalancados a poner garantías y vender otras cosas en mercado que provoquen más bajadas; y con la confianza convertida en un plomo hacia abajo. Pero todavía no hemos asistido a ese momento en el que las sienes del inversor estallan por pensar que soy un imbécil por no vender en el momento en el que va a desaparecer el capitalismo. Si esto ocurriese sería no ya el mejor momento para invertir, sería el momento para pedir crédito y entrar en mercado. Un momento como solo he visto tras la caída de Lehman o el Covid.

El capitalismo se sobrepone a todo como demuestra que a Ben Bernanke le hayan dado el premio Nobel por no haber aplicado sus propias teorías. El capitalismo sobrevive siempre. El 7 de enero de 1973, el Wall Street Journal publicaba una entrevista con uno de los mejores pronosticadores financieros en la que decía que "solo en casos muy frecuentes se dan las circunstancias para poder confiar que el mercado evolucionará al alza". El pronosticador era Alan Greenspan. 1973 y 1974 resultaron ser los peores años de crecimiento. El S&P cayó un 40% para multiplicar por diez veces esta cifra en su recuperación durante los tres lustros posteriores.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky