
Como es habitual. BME hizo ayer de anfitrión en la XVI Jornada de Empresas que aportan valor al accionista, la cual tendrá una versión extendida en el suplemento Ecobolsa de este fin de semana. Su director de servicios de Estudios, Domingo García-Coto, iniciaba la jornada planteando algunos números que explican un poco el contexto en el que nos encontramos, marcado, lógicamente, por un entorno de fuerte inflación de precios e incertidumbre geopolítica tras la invasión de Ucrania, que ha tenido como respuesta una drástica subida de tipos por parte del Banco Central Europeo y que tendrá, como consecuencia, una desaceleración del crecimiento. Ante esto, García-Coto indicaba que "el mercado ha reaccionado con un ajuste en las valoraciones de las compañías españolas que, aunque tienen un marcado carácter internacional, el efecto de estar en España, al estar teniendo una recuperación más intensa que el resto de Europa y contar también con perspectivas mejores para el año que viene, está contribuyendo a suavizar esas pérdidas acumuladas".
En este contexto, lanzaba algunos números que desde BME han monitorizado durante los últimos años, como es el de los dividendos pagados. Reconoce que "es un factor adicional que refuerza la decisión de inversión; hasta septiembre, los dividendos pagados están un 31% por encima del mismo periodo del año pasado, alcanzando una rentabilidad del 4,2% que probablemente irá creciendo por los precios actuales". La media histórica se sitúa en el 4%.
Un descuento del 40%
En cuanto a las valoraciones, García-Coto explicaba que el PER (veces que el beneficio se recoge en el precio de la acción) de la bolsa española se situaba ahora en las 9,5 veces frente a las 15,7 veces que ha promediado a lo largo de los últimos 37 años. Esto implica que ahora se puede hacer cartera con un descuento del 40%, "lo que implica un colchón muy significativo", matizaba, aunque "un multiplicador bajo puede tener muchas lecturas y hay que ser prudentes".