
¿Hay diferencias en la forma de afrontar la volatilidad actual del mercado entre inversores hombres y mujeres? Según la segunda encuesta sobre bienestar financiero publicada por Ellevest, la respuesta es sí, aunque ese mayor nivel de valentía inversora está en parte condicionado por la brecha existente en el acceso a la inversión.
El estudio de los ciclos económicos confirma que mantener el rumbo de la inversión en épocas de recesión ha sido históricamente una estrategia ganadora y parece que las mujeres están mejor posicionadas para cosechar mayores rendimientos a largo plazo. En esta línea, un estudio de Fidelity Investments sobre mujeres e inversión publicado en 2021 indicó que en la última década, la estrategia inversora de las mujeres superaba de promedio en 40 puntos básicos a la de los hombres porque son más proclives a no reaccionar a las noticias del mercado y a mantener el dinero invertido incluso cuando el miedo copa los titulares.
La estrategia del temple, la favorita de muchos asesores financieros, se vuelve especialmente relevante en estos momentos. El batacazo del S&P 500 (índice de referencia para medir el devenir el desempleo del mercado de valores en general) tras un comienzo de año en máximos históricos, es la representación de la volatilidad actual, y más tras el último recorte de perspectivas de Goldman Sachs. Y no parece que las cosas vayan a mejorar en mucho tiempo ante los sucesivos aumentos de los tipos de interés para controlar la inflación.
Aguantar tiene premio. A largo plazo, también en datos de Fidelity y calculando sobre el rendimiento promedio histórico del S&P 500 del 9%, una inversión de 10.000 dólares se traduciría en 15.000 dólares en cinco años, 24.000 en 10 años, 56.000 en dos décadas y 133.000 en 30 años.
El bienestar financiero se vuelve más prioritario
Solo el 38% de las mujeres consultadas por Ellevest aseguraron sentirse preocupadas por la volatilidad del mercado, frente al 58% de los hombres, aunque hay que tener en cuenta que hay menos mujeres inversoras que hombres y esto puede rebajar las probabilidades de que entre ellas imponga la preocupación por la inestabilidad. En concreto, solo un 36% de las mujeres está invirtiendo frente al 63% de los hombres.
Los datos del estudio de la plataforma de inversión realizado entre mujeres estadounidenses esbozan un perfil de la mujer inversora en plena formación. Si un año atrás, solo el 14% de las mujeres colocaban la preocupación por el bienestar financiero en una posición prioritaria (fue la menor preocupación por detrás del bienestar espiritual, bienestar físico y bienestar mental), en el último barómetro ha ascendido al 42%. Tres veces más.
El estrés financiero pesa más entre ellas. El 43% reconoce pensar al menos una vez al día en el dinero como un problema y el 59 % lo hace al menos una vez a la semana. Entre los hombres los porcentajes se reducen al 36% y 55%, respectivamente.
De cara a una recesión, ellos se sienten más preparados para afrontar la situación. La encuesta indica que el 30% de los varones tenían más del doble de probabilidades que las mujeres (14%) de decir que se sienten financieramente preparados para otra crisis económica.