
Cola de león o cabeza de ratón. Mientras el grueso de los inversores están acudiendo a los gigantes bursátiles para buscar la ansiada estabilidad en pleno mercado bajista (al menos es lo que apuntan los datos de Robinhood), los verdaderos chollos de la bolsa estadounidense se encuentran en las pequeñas capitalizadas, que cotizan con una ratio precio-beneficio muy atractiva.
Según un informe de Bank of America (BofA), el cociente entre la estimación a 12 meses de los PER (número de veces que el beneficio está contenido en el precio de la acción) del selectivo Russell 2000 - que aglutina a las firmas de pequeña capitalización - y del Russell 1000 - que recoge a las grandes capitalizadas - no había sido tan bajo desde la burbuja de las puntocom, al inicio del siglo XXI.
El Russell 2000 acumula una caída del 17,15% en lo que va de año, registrando algo más de un punto más de retroceso que el Russell 1000 y el S&P 500 y cinco puntos peor que el Dow Jones. Los inversores se han refugiado en mayor medida en los grandes nombres, a los que se les supone una mayor consistencia, lo que ha mejorado el PER de las pequeñas.
En este sentido, el PER promedio actual del selectivo que aúna 2.000 firmas de baja capitalización se sitúa en 56,63, cayendo notablemente desde las 289 veces a las que cotizaba hace ahora un año. Sin embargo, las previsiones de los analistas de Birinyi Associates apuntan que dentro de doce meses la cifra caerá hasta 21,92 veces, casi tres veces menos que a día de hoy. En contraste, el PER actual del S&P 500 es de 21,8 veces, y prevén que caiga hasta las 17,63.
A este respecto, los analistas de BofA auguran una rentabilidad anualizada del índice de pequeña capitalización de un 12% durante la próxima década, mientras que del Russell 1000 se limitará al 8%.
Carey Hall, la estratega de BofA responsable del informe, pone el foco especialmente en los títulos de valor dentro del Russell 2000, señalando que hay "muchas oportunidades" en sectores como la energía.