Andrés Dulanto
Madrid, 15 dic (EFECOM).- El sector asegurador español, el quinto de Europa por volumen de primas, ha visto este año como la guerra de precios se acentuaba en el ramo del automóvil, tras la implantación del carné por puntos, mientras que su mayor compañía, Mapfre, comenzó una profunda reestructuración para crecer en Europa.
Las compañías aseguradoras han tenido que esforzarse este año para captar, o mantener, clientes de seguros de automóviles y han continuado con la "guerra de precios", que comenzó el pasado año y que, en 2006, ha supuesto bajadas de precios y más coberturas.
Además, la tendencia de abaratamiento de primas -el importe que abona el asegurado a la compañía por la cobertura pactada- ha tenido un nuevo catalizador; el carné de conducir por puntos, ya que su entrada en vigor supuso la creación de nuevos productos -relacionados con su retirada- y una bajada en la siniestralidad que ha propiciado todavía más descuentos.
En general, las aseguradoras han optado por rebajar las primas, si bien, tanto las que han entrado en esta guerra, como las que pretenden mantenerse al margen, han mejorado los productos que ofrecen a los automovilistas, para ser más competitivos en un mercado que ha crecido este año a un ritmo cercano al cuatro por ciento.
Los expertos alertan de que se trata de un sector cíclico, así como de que los verdaderos efectos del carné por puntos -que entró en vigor en julio-, necesitan de más tiempo para ser analizados.
Una de las empresas que más ha alertado sobre los peligros de la actual guerra de precios ha sido Mapfre, al señalar que el momento de mercado, y la aplicación indiscriminada de descuentos, es similar a la "competencia desmedida" que se vivió en 1997, que elevó el Baremo de Indemnización y causó fuertes pérdidas en el sector.
Para el mayor grupo asegurador español, la actual aplicación de descuentos "no está justificada técnicamente" y, además, es necesario tener en cuenta el incremento en el coste de los siniestros que supondrá la transposición de la Quinta Directiva.
Sin embargo, Mapfre no ha sido protagonista por su postura en el mercado de autos, sino por iniciar un proceso de reorganización corporativa sin precedentes en España; su "desmutulización".
Con la intención de convertirse en una de las cinco principales aseguradoras de Europa y potenciar su expansión internacional, la empresa ha iniciado una reestructuración, en la que integrará todas las actividades del grupo en la sociedad "holding" cotizada en Bolsa, "Corporación Mapfre", que pasará a denominarse "Mapfre SA".
Además, duplicará su tamaño en bolsa, al hacer una ampliación por un máximo del 90,5 por ciento de su capital, y renovará la composición de su consejo de administración, después de que estas medidas se aprueben en junta el próximo 29 de diciembre.
Como compensación por la transformación en sociedad anónima, cada uno de los 5,23 millones de mutualistas que Mapfre ha tenido en los tres últimos años, tendrá derecho a percibir un pago de 73,4 euros por su participación en la aseguradora o 23 acciones de la compañía.
Así, los mutualistas percibirán 383,7 millones de euros, que la aseguradora obtendrá de la ampliación de capital prevista de hasta 3.449 millones para reorganizar la estructura del grupo.
El año 2006 también se recordará en el sector como el de la aprobación de la Ley de Mediación de Seguros y Reaseguros Privados, norma que busca aumentar la protección a los asegurados, a través del reconocimiento de nuevos canales de mediación y de la fijación de los requisitos profesionales para desempeñar esta actividad.
La ley regula la venta de seguros en las oficinas de bancos y cajas, y reconoce una figura que funcionaba sin respaldo legal, el agente vinculado (aquella persona física o jurídica que vende seguros de varias compañías).
El sector también estuvo atento al aumento de participaciones industriales de Mutua Madrileña, así como su entrada en nuevos ramos -como la Salud-, la unión de Winterthur y AXA, que se convertirá en España en el segundo grupo del mercado asegurador, y al retraso que ha sufrido el arranque del registro de seguros de vida, que evitará que los beneficiarios se queden sin cobrar las pólizas de fallecimiento de sus allegados por desconocer su existencia.
La patronal Unespa se lamentó a lo largo del año de que la reforma del IRPF y la "incertidumbre" que provocó el proyecto "frenó" el crecimiento del sector, al entender que "penaliza" el ahorro estable, mientras que pidió al Ejecutivo incentivos fiscales al copago de servicios asociados a situaciones de dependencia.
El sector asegurador español ingresó 37.651 millones de euros en concepto de primas en los nueve primeros meses del año, un 4,5 por ciento más que en el mismo periodo del año pasado, y según las previsiones de Unespa, cerrará el año por encima de los 50.000 millones en primas, con un crecimiento cercano al 4 por ciento respecto a 2005. EFECOM
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