
La lucha de los bancos centrales contra la inflación amenaza con dañar el crecimiento económico, e incluso con generar una recesión económica importante que podría afectar a la economía global.
En este contexto, los activos de riesgo, aquellos más pegados al ciclo económico, sufren en su cotización el temor a un frenazo económico. El petróleo es uno de estos activos, si no el que más, y la evolución de sus precios está confirmando el miedo de los mercados a una recesión mundial.
A cierre de agosto el barril Brent, de referencia en Europa, ha encadenado tres meses seguidos de caídas. En el octavo mes del año el Brent se ha abaratado un 12%, después de las caídas del 4,2% de julio y del 6,5% de junio. Con este último tirón bajista el precio del crudo cierra el mes por debajo de los 100 dólares, en los 96,7, mientras el West Texas estadounidense lo ha hecho en los 90,9 dólares.
El temor a un frenazo de la demanda de crudo en próximos meses se debe contrastar con las perspectivas que manejan los analistas para la parte de la oferta. En este frente ahora hay una incertidumbre importante, en un momento en el que las negociaciones con Irán para establecer un nuevo pacto nuclear podrían desbloquear varios millones de barriles diarios de producción por parte del país árabe, al mismo tiempo que Arabia Saudí se plantea acordar con sus socios de la OPEP+ (la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios externos) un recorte de oferta, después de meses de aumentos, en la reunión de la semana que viene.
Representantes de Arabia han dejado caer esta posibilidad, pero desde Rusia están llegando señales contrarias, destacando que esa decisión no se está planteando en este momento, un síntoma de que las posiciones se están alejando entre los dos mayores productores de petróleo del cártel.
Otro de los elementos que puede haber jugado a favor de las caídas del petróleo durante el mes de agosto es la revalorización del dólar. El índice dólar, que pondera los seis cruces más negociados de la divisa americana, ha subido más del 2% este mes. Al referenciarse el petróleo en dólares, es un activo que se encarece para los inversores que lo compran en otras divisas, lo que suele reducir la demanda y generar caídas en el precio.