Después de dos años de reuniones telemáticas, los principales banqueros centrales del mundo regresan a Sintra, al oeste de Lisboa, en plena vorágine inflacionista y con un escenario de tipos de interés en el horizonte radicalmente opuesto. Al igual que el panorama bursátil de la banca. Las dos principales entidades nacionales, Banco Santander y BBVA, cuentan con potenciales alcistas en bolsa superiores al 40%, teniendo en cuenta que son también las dos más alejadas de reflejar en su cotización el impacto positivo de tipos al alza en su margen de intereses. BBVA cede un 16% en el año, y los títulos de Santander un 6,5%, lejos del 30% de Sabadell y Bankinter y del 40% de subida de CaixaBank desde el 1 de enero.
"El mercado seguirá muy de cerca el discurso que dará Christine Lagarde [presidenta del BCE] en la mañana del martes", apuntan desde Bloomberg. El propio organismo ya anunció en junio su intención de subir en 25 puntos básicos el tipo de depósito en la reunión que mantendrá el próximo 21 de julio. El mercado descuenta un tipo implícito en el 1,7% para dentro de justo un año, después de que el BCE haya acelerado el paso con el objetivo de dar caza a una inflación en máximos y con la previsión de que cierre diciembre en el 6,8%.
Las últimas palabras del Banco Central Europeo han alentado más y mayores subidas este verano hacen pensar, además, que de cara a diciembre el tipo implícito se situará ya en el 1%, con lo que se descuenta una subida de 150 puntos básicos de julio a finales de año.
El objetivo de los bancos centrales para contener la inflación sin que por ello conduzcan a las economías a una recesión es difícil, según las palabras de Agustin Carstens, presidente del Banco de Pagos Internacionales, que también acude a Sintra esta semana. "Existe la posibilidad de salir de esta situación sin un gran impacto, pero es un camino angosto y no podemos minusvalorar la posibilidad de un hard landing [aterrizaje forzoso de la economía]", afirmó en declaraciones a Bloomberg TV.
Al mercado le está costando descontar el impacto claro de la subida de tipos en la cotización de los dos grandes bancos españoles debido a su elevada exposición internacional: Santander a Brasil y BBVA a México y a Turquía.
Por el contrario, CaixaBank es la entidad más alcista de todo el Ibex 35 en el año, con ganancias del 40% y todavía le queda un recorrido adicional del 13% a tenor de un precio objetivo que se fija en los 3,88 euros. Su acción está en zona de máximos de 2018, frente a Bankinter y Unicaja, en niveles top de febrero. Ahora bien, destaca la estimación que el consenso maneja para Banco Sabadell que, tras revalorizarse un 30% en casi seis meses, todavía cuenta con un potencial alcista del 35%, hasta el nivel de 1,05 euros.
Los fondos de inversión han decidido mover ficha: BlackRock y Capital Group se están reforzando en Santander
Y esta dinámica de comprar bancos europeos sobre aquellos más internacionales se ve también en las posiciones bajistas. Santander y BBVA son, junto a Bankinter -que tampoco cuenta con una gran exposición hipotecaria-, los únicos con cortos en su capital, en una horquilla que va del 0,63% al 0,51% (hay que tener en cuenta que las posiciones bajistas superiores al 0,5% no se notifican). Aunque parezca el año de la banca, por el momento, no se está reflejando en el mercado en la magnitud que podría preverse anteriormente. Los bancos han pasado de alcanzar una ponderación del 30% sobre el Ibex en febrero, pico para su capitalización, a 10 puntos porcentuales de las utilites, a solo aventajar a las eléctricas en 1,5 puntos, en cotas del 25% de ponderación entre las cinco.
Los fondos de inversión han decidido mover ficha y firmas como BlackRock y Capital Group se están reforzando en Santander; también lo hace Vanguard que aumenta su peso en BBVA, como también hace JP Morgan. Sin embargo, Invesco, Franklin Templeton y Crédit Agricole han rebajado entre el lunes y el viernes su peso en el capital de CaixaBank.