La gestión pasiva está ganando cada vez más terreno entre las preferencias de los inversores minoristas. Aunque siempre se ha considerado una estrategia más utilizada por los institucionales, como fondos de pensiones o aseguradoras, es creciente el porcentaje de inversores considerados retail que la están empleando como una forma de acceder a los mercados de manera más ágil, y no solamente los clientes de banca privada. Pese a que en España finalmente no se equiparó la tributación de los ETF con el resto de fondos de inversión –lo que impide realizar traspasos entre ambos productos con diferimiento fiscal–, la transparencia de los vehículos pasivos y su bajo coste se han convertido en las principales ventajas que han permitido su crecimiento, como se puso de manifiesto en el Observatorio sobre Inversión Indexada, organizado por elEconomista.
El perfil del inversor español ha dado un vuelco en la última década: de ser un cliente muy conservador que se conformaba con productos garantizados, bajo la promesa de no perder el capital invertido, ha evolucionado hacia un perfil menos defensivo en el que busca productos que ofrezcan mayor revalorización a largo plazo. La situación de los tipos bajo cero ha favorecido este cambio, lo que ha permitido a las gestoras impulsar las carteras de gestión discrecional, que ya acaparan casi el 30% de la distribución de fondos en España, según los últimos datos publicados por Inverco.
Además, la aparición de firmas de gestión automatizada o roboadvisors, junto al desarrollo de nuevas plataformas tecnológicas de distribución de fondos de inversión, ha favorecido también que los partícipes quieran dar el salto de una venta guiada hacia una selección personal de productos, entre los cuales los de gestión pasiva se ha convertido en uno de los más demandados, gracias a su versatilidad y como paso previo en muchos casos de la selección de fondos de gestión activa.
Javier García Díaz, responsable de Ventas de BlackRock en Iberia, detalló durante su intervención como la gestión pasiva, donde también se incluyen los fondos indexados, representa ya el 30% del negocio minorista de la gestora norteamericana en España, el doble del porcentaje de solo hace tres años. "La pandemia del Covid ha acelerado pautas que estaban afectando ya a la industria de inversión, como la presión en márgenes o los cambios tecnológicos", explica.
"Los ETF se encuentran a medio camino entre el mundo de los fondos y de las acciones, en el caso de los de renta variable, lo que permite aprovechar las bondades de ambos. Ofrecen liquidez del mercado en el que invierten y del propio vehículo, y en los momentos de crisis despunta su uso", subraya.
Pero ¿qué son exactamente los ETF y cuáles son sus principales características? Los Exchange Traded Funds son fondos de inversión que cotizan, al igual que las acciones de una compañía en bolsa o los bonos en el mercado secundario. Pero no se limitan a estos activos, sino que pueden replicar prácticamente cualquier clase de activo que esté listado en un mercado organizado, como el oro, el petróleo e incluso el uranio.
Al estar cotizados, se puede entrar y salir en cualquier momento, lo que permite una mayor flexibilidad que los fondos. De hecho, entre los diez ETF más distribuidos en España en el año se encuentra un producto de renta fija china, un mercado al que sería imposible acceder a un inversor minorista si no fuera mediante la gestión pasiva. Pero incluso tener acceso a las miles de emisiones de deuda corporativa europea sería inviable sin contar con un fondo cotizado especializado.
Réplica de índices
"Los ETF replican un índice prácticamente en la misma proporción, por lo que los inversores pueden saber en todo momento en que están invirtiendo su dinero, lo que implica una gran transparencia, a diferencia de un fondo de inversión, donde esa información se conoce a posteriori, de forma trimestral en España, por lo que resulta una forma muy cómoda de invertir", explica Paz Comesaña, directora de marketing de EVO Banco, quien también resaltó su bajo coste en un momento en que la inversión se ha vuelto más necesaria que nunca debido a la elevada inflación para no perder poder adquisitivo.
Para Pablo Gimeno, analista económico y experto en educación financiera, la posibilidad de hacer líquida la inversión en cualquier momento, como permiten los fondos cotizados, es una de las grandes ventajas de este tipo de productos, teniendo en cuenta que muchos inversores primerizos pueden tener dudas a la hora de colocar su dinero. "Lo primero que se debe desmitificar es la inversión propiamente dicha, porque inversores somos todos, sobre todo si se considera que el dinero parado se deprecia y los inversores conservadores deben encontrar fórmulas a las cuentas corrientes o la inversión inmobiliaria. Es una obligación, no una opción", subrayó.
A su juicio, esa obligatoriedad viene impuesta por el cambio demográfico de los próximos años, en el que el tema de las pensiones va a ser crucial en un país como España, uno de los que cuentan con el índice de natalidad más bajo del mundo. "Lo sorprendente es que hablemos tanto de cómo nos afectará el calentamiento global en el futuro pero no del tema de las pensiones. Toca hacer planificación financiera y los ETF son un producto que permiten organizar el ahorro", insistió Gimeno.
Una de las vías de crecimiento de la gestión pasiva en países como Alemania está siendo precisamente los productos enfocados hacia el ahorro para la jubilación, gracias a la facilidad para realizar aportaciones periódicas y por los bajos costes que conlleva.
Uso correcto
Pese a las ventajas de los ETF, Miguel Ángel García Brito, socio fundador de la firma de asesoramiento financiero iCapital, advirtió de que conviene usarlos "en su justa medida". "Es un producto ágil, trasparente y barato, pero hay que saber cómo utilizarlo. Se debe comprobar el tipo de mercado al que replican, teniendo en cuenta que es mejor emplearlos en aquellos que son más eficientes, la profundidad de dichos mercados, la liquidez y quién es el equipo gestor que hay detrás", señala el experto.
Este último punto pone de relieve uno de los aspectos más desconocidos de los fondos indexados, puesto que no todos replican de la misma manera al índice. Pueden ser de réplica física, que son precisamente aquellos que invierten en los valores que componen dicho índice en la misma proporción (aunque algunos aplican técnicas de optimización desechando algún valor para mejorar la rentabilidad) o sintéticos, que utilizan derivados para realizar la réplica en mercados que no son tan líquidos, como los emergentes, por ejemplo. De ahí la importancia de conocer quiénes son los gestores del ETF. Además, muchos fondos cotizados pueden superar a su índice de referencia por la utilización del préstamo de valores, una técnica que consigue incrementar la rentabilidad.
Estos factores influyen a la hora de seleccionar un fondo indexado u otro, puesto que según cuál sea su tipología tendrá un coste más o menos reducido, un elemento que influye decisivamente a la hora de que un inversor se decida por un producto u otro, y donde la competencia entre firmas se ha acelerado en los últimos años. Un coste que puede pasar desapercibido es el de custodia, que aplican los distribuidores en España de estos productos, y donde se está centrando precisamente la batalla de las firmas por atraer clientes, intentando proporcionar el más reducido.
En este sentido, EVO ha situado su comisión de custodia en el 0,05% semestral y en el 0,20% en el de ejecución de compraventa para los ETF, en una selección de 150 fondos indexados y cotizados de las principales gestoras internacionales. Además, ha llegado a un acuerdo con BlackRock, una de los grandes firmas globales en gestión pasiva, para que los clientes del banco puedan adquirir de manera gratuita durante seis meses los ETF de la gestora norteamericana.
Esta oferta intenta dar un paso más en el servicio a los clientes que ya conocen las bondades de la gestión pasiva pero que prefieren comprar productos por su cuenta, sin un asesoramiento guiado, un segmento que cuenta con un crecimiento del 20% anual en Europa, donde ya existen cinco veces más cuentas abiertas en brókeres desde marzo de 2020.
Una de las cuestiones que más preocupan a los inversores, sobre todo a los novatos, es el seguimiento del rendimiento de sus carteras, perdiendo la perspectiva de su revalorización a largo plazo y la importancia de no entrar en pánico en momentos de extrema volatilidad, como este año.
Pero se trata simplemente del reflejo de una de las características de los activos cotizados, como es el valor liquidativo diario. "Si el inversor tuviera que tasar su vivienda cada año, comprobaría cómo fluctúa su valor e incluso cómo lo ha perdido respecto al precio de la compra en muchos casos. Pero como no vemos el valor de la vivienda hasta que la queremos vender en un momento determinado, el inversor no es conscientes de esto", explica Paz Comesaña, quien también comentó la falta de conciencia de la depreciación del dinero si se deja en una cuenta corriente. "Y esto no se tiene en cuenta cuando se ofrecen distintas alternativas de inversión", incidió.
Pese a que durante mucho tiempo se ha considerado al ETF como un activo táctico de las carteras y no estratégico, es decir, una vía para realizar una asignación de activos a corto plazo y no tanto como una forma de conseguir revalorización en el largo plazo, esta mentalidad está cambiando entre los inversores. Y los flujos de dinero hacia los productos de gestión pasiva demuestran este cambio, sobre todo este año, con la extrema volatilidad de los mercados. El responsable de Ventas de BlackRock para Iberia, Javier García, ofrece algunos datos de la industria europea de la gestión de activos que lo confirman: en los fondos activos han salido 50.000 millones de dólares, los fondos pasivos han visto entradas de 70.000 millones de dólares.
Crecimiento
"La gestión pasiva está creciendo a una tasa anualizada del 15% frente al 5% de la gestión activa, y solo en ETF ya hay un volumen de 9 billones de dólares con 11.000 productos. Es una tendencia imparable, sobre todo desde 2008, cuando se utilizaron los fondos cotizados de renta fija porque eran los únicos que ofrecían liquidez, y también se vio su importancia en marzo de 2020", apunta García.
Otro de los factores que explican el auge de la gestión pasiva, según explica Miguel Ángel García, es la "mala utilización" de la gestión activa que ha realizado la industria de inversión. "Apenas el 25% de los fondos genera alfa y en el mercado norteamericano, con el S&P 500 como uno de los más eficientes, este porcentaje se reduce al 10%.
Y en costes "no hay debate", explicó el socio de iCapital, para quien no obstante se puede utilizar la gestión activa de forma complementaria: "Que se puedan encontrar solamente en España un 15% de fondos que batan al mercado, unas 6.600 referencias, permite contar con una amplia gama de productos que generan alfa. Es evidente que hay clientes que les viene bien la gestión activa por su perfil, pero existen fondos de gestión activa que pueden cumplir igual o mejor esa función".
Estos expertos recalcan la importancia de que el inversor seleccione los productos de gestión pasiva en función de sus necesidades, pensando en la liquidez y el coste que comporta, aunque sin olvidar el servicio que le puede proporcionar la plataforma en la que realiza la contratación del producto, que sea capaz de ofrecerle la información fiscal de sus transacciones y un seguimiento temporal adecuado de sus inversiones.