
"Cuando mi limpabotas invierte en bolsa, yo lo vendo todo". Esta frase, atribuida habitualmente a John Davison Rockefeller, es uno de los mantras más conocidos en los mercados. En bolsa es habitual que los inversores minoristas, los pequeños inversores individuales, tomen decisiones erróneas movidos por sentimientos viscerales: ansiedad en las caídas, avaricia en las subidas.
Es algo que parece inherente a la naturaleza humana. Cuando las bolsas han subido mucho llegan aquellos inversores que quieren participar de las ganancias que se han generado, pero llegan tarde. Y viceversa: cuando las pérdidas son la tónica generalizada en los mercados, muchos minoristas se dan por vencidos y deshacen posiciones para evitar perder más, asumiendo pérdidas en sus inversiones.
Esto, precisamente, es lo que está ocurriendo ahora en la bolsa estadounidense. En una primera mitad de año que ha sido muy complicada para las bolsas, con el S&P 500 llegando a rozar las pérdidas del 20% desde máximos y amenazando con entrar en un nuevo mercado bajista, los minoritarios han tirado la toalla, hasta deshacer todas las posiciones que compraron desde el inicio de la crisis del Covid-19.
Según los datos que recopila el banco estadounidense, los minoritarios llegaron a acumular compras de bolsa americana por encima de los 50.000 millones de dólares desde que empezó la pandemia, una cantidad que, a 13 de mayo, ya habían deshecho por completo.
Los pequeños inversores han claudicado con la bolsa, hasta nueva orden, en un momento en el que la incertidumbre es grande en torno al camino que pueden seguir las bolsas en los próximos meses. No hay que olvidar que la situación macro sigue siendo incierta, con una inflación que no está frenando su avance, y los analistas enfrentados en el debate de si la economía se encamina a una nueva recesión, o si, por el contrario, esta se va a poder evitar.
Han aparecido alternativas
A pesar de las dudas que existen entre los inversores y analistas sobre el futuro de la economía en los próximos meses, lo que tienen claro algunos bancos de inversión es que los inversores, en general, están pecando de un exceso de pesimismo con la renta variable en este momento. El indicador de sentimiento de Goldman Sachs indica que el posicionamiento de los inversores en la actualidad es excesivamente bajo y, según sus datos de rotación de las carteras entre activos, en este momento la situación indica que el mercado ha entrado en un momento en el que se favorecen los flujos hacia la renta variable.
En buena parte, la oportunidad que creen que ha surgido en los mercados tiene que ver con que ya hay activos que se perciben como una alternativa interesante a la bolsa. "Se ha producido una reversión de las compras de bolsa por parte de los hogares, a medida que entrábamos en un escenario en el que aparecen alternativas razonables. Esto ha contribuido a la última caída de los mercados", explican desde el banco estadounidense.
"Los inversores se enfrentan ahora a un escenario de subida de tipos de interés y preocupación por la recesión, y en las últimas siete semanas se han evaporado 26.000 millones en fondos y ETFs de bolsa americana", explican. "Nuestros cálculos sugieren que los inversores minoritarios han vendido prácticamente todas sus compras de bolsa americana de los últimos dos años", concluye Goldman.
Exceso de pesimismo
Goldman Sachs no es el único banco de inversión que considera que los inversores están siendo excesivamente pesimistas en este momento. Bank of America actualiza semanalmente un indicador de sentimiento de mercado con el que ilustran la situación en la que consideran que se encuentran los inversores, y en este momento su posicionamiento indica el mayor pesimismo que se ha visto desde junio de 2020.
Para BofA, estos niveles indican que se ha llegado a una situación de oportunidad de compra: "Nuestro indicador de sentimiento de alcistas frente a bajistas ha caído hasta los 0,4 puntos, desde los 0,6, profundizando cada vez más en el territorio de extremadamente bajista".
En los últimos 20 años, este indicador sólo habría alcanzado niveles similares en siete ocasiones: en 2002, 2004, 2006, 2008, 2012, 2016 y 2020. En este último año coincidió con la caída de las bolsas por la pandemia, que, meses después, ha demostrado que fue un buen momento para entrar.
Bank of America también desglosa, por países, las bolsas que estarían ahora más sobrevendidas, según la desviación actual de la media de las últimas 200 jornadas. Brasil, México, Portugal, Australia y Turquía son las bolsas en las que ha habido un exceso de compras según este dato, mientras que, por el contrario, China, Alemania, Singapur, Japón y Estados Unidos son las que más se han sobrevendido.