
Zoom Video Communications ha sufrido en sus propias carnes el famoso dicho de 'todo lo que sube, baja'. La compañía de videollamadas fue una de las grandes beneficiadas de la pandemia, disparando sus ingresos y el precio de sus acciones, pero la difusión mundial de las vacunas contra el coronavirus le robó a Zoom la etiqueta de 'imprescindible' al volver a llenarse las oficinas. Ahora, la compañía intenta diversificar para reverdecer unos laureles no tan viejos.
La compañía ha lanzado Zoom Ventures, una división dedicada a apostar por la innovación en las comunicaciones por vídeo. Según ha informado la empresa, sus inversiones se destinarán a firmas en fase de crecimiento que elaboren funcionalidades que sean compatibles con Zoom, de forma que se mejore la aplicación principal de la compañía.
"Esas organizaciones podrían construir soluciones para revolucionar el espacio de trabajo moderno, innovando en la colaboración de la fuerza laboral híbrida o desarrollando excepcionales experiencias de cliente", apunta el líder de la nueva rama inversora, Sanjay Rao. Zoom plantea inversiones de 250.000 dólares cada vez, y no asumir más del 20% de la ronda de financiación planteada por las compañías interesadas.
En la misma línea, a través de Zoom Apps Fund, el gigante tecnológico destinará 100 millones de dólares a financiar compañías que desarrollen aplicaciones e integraciones con Zoom. El fondo ya ha invertido en más de 25 empresas desde que se creó en agosto de 2021.
¿Luz al final del túnel de la bolsa?
La montaña rusa de la cotización de Zoom durante los últimos dos años y medio le ha llevado prácticamente al punto de partida. Los inversores empezaron a sospechar que la herramienta se convertiría en indispensable pocas semanas después de que empezasen a llegar noticias de una enfermedad altamente contagiosa en China. Su cotización arrancó 2020 en los 67 dólares y, para cuando la OMS quiso declarar la situación de pandemia a inicios de marzo de 2020, la acción ya valía 110 dólares.
Pero solo era el comienzo de una etapa gloriosa para sus accionistas, que asistieron a un crecimiento del 770% en diez meses. Zoom marcó máximos históricos intradía el 19 de octubre de 2020, con 588,84 dólares por título. Un mes antes había presentado los resultados de su segundo trimestre fiscal, en los que había cuadruplicado la cuantía de sus ingresos comparando con el mismo periodo del año anterior y duplicando las previsiones de beneficio por acción de los analistas. Ese 1 de septiembre sus acciones se revalorizaron un 40,78%.
Desde entonces, el globo empezó a desinflarse. Primero el anuncio del descubrimiento de las primeras vacunas y su aprobación en EEUU, que llevó los títulos por debajo de los 340 dólares para acabar el año 2020. Luego, su visto bueno en Europa y el inicio de su administración masiva y finalmente la vuelta a las oficinas de forma generalizada fueron banderilleando el precio de la acción, que cerró 2021 en los 184 dólares. El cambio de año no frenó la sangría, y hace tres semanas la acción marcó mínimos de dos años y medio, en los 79,03 dólares por título.
Ahora que ha recobrado la cota psicológica de los 100 dólares, la casa de análisis Daiwa Capital Markets ha apostado por el resurgir de la compañía. "Vemos favorablemente tanto el desempeño del trimestre como las previsiones de la compañía y pensamos que el reciente retroceso del mercado ofrece un precio de entrada atractivo para el stock", apunta el analista Stephen Bersey en una nota a sus clientes.
El experto considera que la demanda de videoconferencias se está estabilizando tras el pico de la pandemia. De hecho, sus buenos resultados del primer trimestre, con un incremento interanual de los ingresos del 12% hasta los 1.073 millones y un beneficio operativo de 187 millones, también dan muestras de que el negocio seguirá prosperando. En las previsiones de la firma para el año fiscal 2023 - que es el que acaba de empezar para la organización - estiman que alcanzarán hasta 4.550 millones de dólares en ingresos, lo que supondría un aumento del 11% con respecto al año fiscal 2022.
El optimismo de Daiwa Capital, sin embargo, no es el más extendido en el mercado. De los analistas que seguían a la compañía en marzo, 15 recomendaban comprar, dos sobreponderar y 15 mantener. Actualmente, solo 11 aconsejan comprar, mientras que han aumentado los que prefieren sobreponderar (3) y mantener (18). De hecho, la media de los expertos le concede apenas un recorrido del 12% sobre valores actuales en un periodo de 12 meses, con un precio objetivo de 121 dólares por acción.