
El mayor productor y distribuidor de gases de uso industrial, Linde, se ha hecho un hueco dentro de elMonitor al arrebatar el puesto a Glencore, como si el alza de los precios en las materias primas pasara el testigo a los gases nobles -como son el helio o el neón-. La compañía cuenta con su mejor recomendación de compra desde noviembre de 2021 y gracias a los resultados presentados hasta marzo, la rentabilidad financiera esperada en Linde para este año ha sido revisada al alza por el consenso de mercado, hasta ofrecer un ROE en 2022 del 12%.
Es cierto que Linde acusa un aumento de los costes en la fabricación y venta de sus gases nobles, pero ha sabido traspasar el auge de los precios a sus clientes sin que ello suponga un deterioro de sus ventas (en parte gracias a que existe poca oferta en estos químicos de la tabla periódica necesarios para la producción industrial). De hecho, ni la invasión de Ucrania (véase apoyo) ni la pandemia han conseguido deteriorar las cuentas de resultados de Linde, que se benefició de la venta de oxígeno para uso médico.
La única piedra en el zapato que se ha encontrado la compañía en lo que va de año ha sido la exposición de su negocio a Rusia y los cerca de 2.000 millones de dólares en pasivos contractuales (obligaciones de pago) que tiene en el país. La compañía ha anunciado la desinversión de sus activos en Rusia, cumpliendo con las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea. En todo caso, el cierre del negocio en Rusia en el conjunto del ejercicio de 2022 "apenas supondría un deterioro significativo" en los ingresos, según apunta el analista de Deutsche Bank, David Begleiter, teniendo en cuenta que durante el año pasado sacó del país en torno a un 1% del total.
Por otra parte, cualquier aumento de los precios de la energía siempre ha favorecido al sector de los fabricantes de gases nobles, según el experto de Deutsche Bank, por lo que el efecto de la salida de Rusia quedaría diluido en el aumento del margen ebitda de Linde. Así, en las cuentas de la empresa hasta marzo se recogió un aumento de los precios en sus productos del 11% en Europa (donde tiene el 25% de su negocio), del 5% en América (su zona de mayor exposición) y del 4% en la región de Asia y el pacífico. Si finalmente se cumplen las previsiones que da el consenso de mercado recogido por Bloomberg en estos momentos, el ebitda al cierre del 2022 se situaría en los 8.635 millones de dólares, un 15% más que lo obtenido en el último año. Del mismo modo, la coyuntura actual aumentaría el margen ebitda más de dos puntos porcentuales hasta el 32%. "Nuestra sensación [en el negocio de Linde en 2022] es buena, dado que en el primer trimestre del año consiguió batir lo previsto en su guía", estima el analista de Barclays, Michael Leithead.
Desde el mínimo del Covid registrado en marzo de 2020, la compañía ha subido un 118% (en lo que va de año cede casi un 4%) en el mercado. Eso, junto a la evolución de su negocio lleva a Linde a estar entre las más caras del sector, según su PER (ratio que recoge las veces que el beneficio está presente en el precio de la acción). "A pesar de que las ventas fueron bien hasta marzo, Linde maneja un 'barco cada vez más pesado' y consideramos que la compañía tiene sobrepeso por su desempeño en el año venidero", según Jeffrey J. Zekauskas de JP Morgan.