Bolsa, mercados y cotizaciones

El objetivo de 'La Cartera' es más de un 20%

  • Con Grifols se perderá, como mucho, un 25%
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Cuanto más sencillo es el sistema más difícil es desconfiar de él por mucho que los resultados no sean los esperados. La Cartera de elEconomista se ideó hace ya casi año y medio con el objetivo único de mostrar un sistema simple de inversión activa en bolsa española a los lectores de este medio, utilizando siempre las recomendaciones de los analistas y el ciclo de los mercados para elegir los mejores valores y ajustando los niveles de entrada y salida con el apoyo del análisis técnico de Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.

Con estos ingredientes, en febrero de 2021 nació una herramienta con las mejores ideas de inversión editoriales, con un capital total de 100.000 euros divididos siempre en 10 posiciones de 10.000 euros. Pese a un buen comienzo, los castigos a algunos de los valores elegidos fueron mermando la rentabilidad de la cartera hasta dejarla incluso en negativo en gran parte de 2021. Sin embargo, la recuperación, aunque está siendo lenta (y apoyada también en el progresivo cobro de dividendos), ya está tomando forma y se vuelve a superar el 4% de rentabilidad desde su inicio.

Una vez La Cartera se ha estabilizado, con nueve compañías compradas y una en radar, es momento de volver a fijar los objetivos a los que se aspira en cada uno de los valores de la actual composición. De media, desde el precio de compra (no el actual), se espera obtener una rentabilidad de casi el 22%, aunque hay mucha divergencia entre unas compañías y otras. Tan solo hay una, Grifols, en el que La Cartera ya no espera obtener ganancias sino, en el mejor de los casos, borrar las pérdidas.

Además de Grifols, la siguiente compañía con la que más se pierde hasta el momento es con Cellnex. Sin embargo, son dos casos totalmente distintos ya que los objetivos en Cellnex no solo se mantienen sino que incluso se han elevado. La Cartera se ha propuesto esperar hasta que la operadora de torres alcance los 65 euros, con lo que se ganaría un 25% desde el precio de compra. El negocio y la hoja de ruta de la catalana está intacto pese a la corrección en bolsa y los analistas, señalan, de media, esa zona en sus precios objetivos aunque hay quien, incluso, los ve llegando por encima de los 75 euros.

ACS es un caso parecido, que se mantiene en standby mientras se determina lo que sucede con Atlantia, operación que puede ser catalizadora de valor, aunque también de riesgo para la firma de Florentino Pérez, en la que se tiene puesto un objetivo en los 30 euros (un 15% de beneficio).

En Endesa, aunque se pierda un 6% por precio, los dividendos han más que compensado estas pérdidas y la estrategia, mientras la acción siga en estos niveles, es ir cobrando los pagos sin un objetivo mayor.

Santander es una de las operativas donde más se ha ganado con hasta cuatro entradas y salidas. En la última se pierde algo más de un 6% (sin contar el último dividendo) pero los objetivos están puestos en los 4 euros, hasta donde se ganaría más de un 30% desde su compra.

En Ence se llegó a perder más de un 30%, pero el buen momento por el que pasa la compañía y el sector ha provisto una recuperación que ya ha borrado las pérdidas y que permite incluso pensar en alcanzar los 4 euros, ganando más de un 14%. Logista, por su parte, ha sido mucho más estable y se mantiene en cartera por tres factores: un dividendo alto y sostenible, un potencial de más del 35% y una opcionalidad de operación corporativa que explotaría su valor.

Inditex e Iberdrola han sido incorporaciones recientes y en la utility, de hecho, ya se ha situado un stop de protección de ganancias del 10% mientras que en la textil se espera ganar más de un 23%. Por último, este mismo viernes ha entrado a la herramienta Acerinox con un objetivo en los 14 euros que dejaría más de un 40% de rentabilidad.

Grifols ha sido el gran error

Cuando uno escucha a los analistas, da la impresión de que cualquier adquisición te va a reportar ganancias. Sin embargo, en la parte de la gestión se sabe bien que no es así y que tan acertado es aprovechar la oportunidad de un valor al alza como soltar la cuerda cuando una firma te está arrastrando hacia sus pérdidas. Eso es lo que ha sucedido con Grifols. La tesis de inversión en la catalana pasaba por un fuerte castigado derivado del coronavirus que, sin embargo, se ha cronificado en una alta deuda por la compra de Biotest y en unos niveles de actividad muy lejos todavía de la velocidad de crucero en la que se encontraba antes de 2020. Por ello se ha optado por poner un stop de protección de pérdidas en el soporte de los 16,48 euros (se perdería en torno a un 25%) y fijar un objetivo mucho más creíble que los 24 euros anteriores, simplemente en los 22 euros, lo que significaría volver a la casilla de salida en un valor en el que no se ha acertado.

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