El nombre de Robeco está, inevitablemente, unido a la sostenibilidad. La firma, que fue una de las primeras gestoras activas en dedicarse a la inversión responsable, recogió el premio a la mejor gestora sostenible.
La práctica totalidad de sus productos invierten en base a criterios ESG (ambientales, sociales y de buen gobierno): el 78,3% de sus fondos están clasificados como artículo 8 dentro del Reglamento europeo de Divulgación (lo que quiere decir que "promueven características sostenibles"), y otro 18,2% son artículo 9, es decir, son productos de impacto, más puros.
"Fuimos de las primeras gestoras en proponernos descarbonizar nuestras inversiones para 2050. En la práctica, esto supone invertir en empresas que están reduciendo activamente su huella de carbono y manteniendo una trayectoria adecuada hacia el cero neto de cara a las próximas décadas", explica Ana Claver, CFA, directora general de Robeco Iberia, Latam & US Offshore, que además preside el comité de sostenibilidad de CFA Society Spain.
Robeco ha sido pionera en el desarrollo de productos temáticos de renta variable centrados en soluciones sostenibles para retos globales. Sus estrategias temáticas, además de luchar contra el calentamiento global, se enfocan en reducir la extracción y quema de combustibles fósiles, preservando otros elementos vitales de la Tierra: limpieza del aire, abastecimiento de agua, biodiversidad, hábitats no contaminados, recursos minerales y salud de los seres humanos.
Un hito histórico
En lo que respecta a la renta fija, Ana Claver destaca que la gestora ha marcado un hito histórico al lanzar una serie de productos "que se encuentran armonizados con el Acuerdo de París, en los que se invierte en empresas que se encuentran a la vanguardia de la transición climática". Las estrategias Climate Global Bonds y Climate Global Credits de Robeco, añade, "se centran directamente en el impacto climático y son la innovación más reciente de nuestra oferta de inversión de impacto en renta fija".
Respecto a las cuestiones que han convertido la inversión ESG en una tendencia imparable, Claver explica: "Vamos hacia un cambio de paradigma en el que la escasez global será el tema dará forma al siglo XXI. Nos estamos quedando sin todo, y no solo me refiero a recursos naturales como el agua, la biodiversidad, materiales… sino también a la escasez de capital humano y talento (habilidades, educación, salud, etc.)", reflexiona. "Me temo que la escasez es el tema que hace que todo rime: medioambiente, geopolítica, sociabilidad y economía".
Por ello es importante, añade la directora general de Robeco Iberia, Latam & US Offshore, que se vaya imponiendo el concepto de "doble materialidad" tanto para las empresas como para los inversores. "Ya no va a ser suficiente cuantificar cómo impacta el entorno en la empresa, sino que es absolutamente relevante cuantificar cómo las actividades, servicios y productos de las corporaciones afectan al ecosistema en el que operan, y no solo en el momento de la venta, sino incluyendo también el impacto a lo largo de toda la vida útil del producto final", explica. Todo esto, en un momento histórico sin precedentes, en el que es preciso "ampliar los límites de lo que podemos hacer como individuos" para perseguir la sostenibilidad.