
Diaphanum, la firma de asesoramiento independiente fundada por Rafael Gascó, cumple cinco años con la satisfacción de haber superado la barrera de los 2.000 millones de euros, que esperan incrementar un 9% de aquí a final de año, un ejercicio en el que también estiman aumentar los ingresos hasta los 8,8 millones de euros, teniendo en cuenta que asumen que las comisiones de éxito pueden quedarse planas, debido a la volatilidad de los mercados.
En un momento de "auténtica locura en el sector de banca privada", Gascó defendió el "valor añadido" que pueden ofrecer cuando hay "dificultades en el mercado", explicó durante un encuentro con medios de comunicación para realizar un balance de la trayectoria de la firma.
Respecto a los procesos corporativos que se están produciendo en banca privada, Gascó aseguró que echa en falta que no se cuente más con los clientes, que "han quedado al margen de este movimiento de banqueros" y explicó la principal diferencia del resto de competidores, al ofrecer un modelo de partnership a los profesionales que se integran en la firma.
Aunque reconoció que han tenido llamadas interesándose por Diaphanum, aseguró que no tienen planeada la fusión o la compra de ninguna firma, y que prefieren estar centrados en el crecimiento orgánico, mediante la potenciación del segmento de fundaciones y la oferta de dos nuevos servicios, uno, de productos ilíquidos que, según Gascó, será diferente al que ofrecen otras firmas, y otro de asesoramiento en criptoactivos, que esperan tener listo antes del verano.
Respecto a las perspectivas de mercado, Miguel Ángel García, director de inversiones de la firma, señaló que los bancos centrales se han quedado sin capacidad de seguir aplicando medidas de estímulo y va a haber menos crecimiento, teniendo en cuenta las fuertes medidas restrictivas que impone China ante cualquier brote de Covid. Pero descartó un escenario de estanflación, porque aunque los porcentajes de crecimiento serán menores, se seguirá produciendo. "No cabe hablar de recesión económica", apostilló.
Siguen apostando por tener liquidez en cartera, aunque han aumentado el peso de la renta variable con las recientes caídas en los clientes con menos aversión al riesgo, y lo materializan a través de fondos de baja volatilidad, los denominados bonos catástrofe, el oro y bonos ligados a la inflación.