
La Reserva Federal estadounidense (Fed) se está viendo obligada a revisar la hoja de ruta que ha establecido para su política monetaria, hasta llegar a plantearse la necesidad de ser flexible y subir los tipos de interés fuera de calendario, es decir, sin tener que ajustarse al plan de reuniones oficiales que tiene establecida la institución.
¿Qué significa esto? Que, en los próximos meses, potencialmente la Fed podría subir los tipos en cualquier momento.
El repunte que está experimentando la inflación en el país, más fuerte de lo previsto por la institución y, sobre todo, con perspectivas de ser más duradero de lo que se estimaba, está obligando a la Fed a plantearse llevar a cabo medidas fuera de lo común. James Bullard, presidente de la Reserva Federal de Saint Louis, ha vuelto a insistir este lunes en la necesidad de acelerar las subidas de tipos en el país, algo necesario, a su juicio, para que la institución "recupere su credibilidad".
Con todo esto sobre la mesa, ayer la institución decidió llevar a cabo una reunión de emergencia, que, al cierre de esta edición, todavía no había dejado conclusiones. Sobre la mesa está que la Fed decida aumentar los tipos de descuento, la referencia que marca el interés que se cobra a la banca por la liquidez, y que debería empezar a subir antes de que lo hagan los tipos oficiales. Si la Fed está valorando acelerar la subida de tipos, no sería de extrañar que comience con los de descuento.
Una subida de tipos oficiosa
Un movimiento en el tipo de descuento de la Fed no es un cambio de tipos per se, pero sí lo es en la práctica. El tipo de descuento de la Fed es el equivalente a la facilidad de depósito del Banco Central Europeo (BCE). Es el interés que la Fed cobra a los bancos del país que acudan a su ventanilla para recibir liquidez. Es decir, si un banco quiere dinero rápidamente, acude a la Fed y esta le cobrará un 0,25% por el crédito que decida otorgarle. "Es un tipo de 'segunda ventanilla' que, normalmente, penaliza a quien toma esos préstamos de la Fed y que no hay que confundir, por tanto, con el tipo de los fed funds [los tipos oficiales]", explica el economista Juan Ignacio Crespo en su newsletter.
Actualmente se mueve en el 0,25%, después del último recorte que llevó a cabo la institución estadounidense, en 2020, ante la llegada de la pandemia.
Que la Fed decida llevar a cabo un movimiento sorpresa en los tipos de descuento no es algo sin precedentes. Para encontrar el último que tuvo lugar hay que remontarse a los albores de la crisis financiera, en pleno 2007, cuando, el 17 de agosto de ese año, un Ben Bernanke que apenas llevaba un año al frente de la institución, llevó a cabo un recorte sorpresa del tipo de descuento.
Lo que se está planteando en este momento es el movimiento contrario, una subida del tipo de descuento, pero ese movimiento de 2007 es la demostración más reciente de que la Fed, si lo considera necesario, tiene herramientas suficientes para empezar a anticipar un giro en su política monetaria, antes de comenzar a llevar a cabo una subida de tipos oficial.
De hecho, se debe entender una subida del tipo de descuento como una subida de tipos oficiosa, previa a la oficial, y que encajaría con lo que ha sido habitual en la política monetaria estadounidense en los últimos años. Hay que tener en cuenta que el tipo de descuento en el gigante norteamericano históricamente se sitúa por encima del tipo de interés oficial. La excepción han sido los últimos dos años, cuando, con la llegada del Covid, la Fed estableció el tipo de descuento al mismo nivel que la parte alta del rango del tipo oficial: el 0,25%.
Teniendo esto en cuenta, parece lógico que, si la Fed quiere empezar a volver a la normalidad, y con el mercado descontando varias subidas de tipos este año, la institución decida subir en primer lugar el tipo de descuento, antes de mover los tipos oficiales.