Kazajistán se ha convertido en el segundo territorio más importante del mundo en la minería de las criptomonedas, representando algo más de un 18,1% en producción de bitcoins, una cifra (de agosto) significativa si la comparamos con el 8% del pasado mes de abril. El país de Asia central, que cuenta con 18,75 millones de habitantes, se encuentra tan solo por detrás de Estados Unidos, líder absoluto tras relevar a China el pasado mes de octubre.
Estados Unidos se subió a lo más alto del podio de la minería, con una participación del 35,4%, gracias a la batalla que mantuvo China con esta práctica durante varios meses. El gigante asiático incluyó este proceso de minar en la lista negra de industrias en las que está restringida o prohibida la inversión por parte de usuarios chinos y extranjeros, provocando que muchas de esas empresas, unas 50 aproximadamente, se vieran obligadas a abandonar el país con destino a Kazajistán.
Actualmente, el país kazajo cuenta con la segunda mina de criptomonedas más grande del mundo, ubicada en la ciudad de Ekibastuz, al noroeste del país. En ella se escuchan los 'rugidos' de miles de potentes ordenadores las 24 horas del día en turnos de 12 horas para las 150 personas que trabajan allí. Una inversión de 300 millones de dólares con el objetivo de extraer criptomonedas. "El sonido de las máquinas en funcionamiento me emociona porque es el sonido del dinero, dinero digital", dice Yerbolsyn, propietario de la instalación, en unas declaraciones a la BBC.
Todo este consumo ha puesto en alerta al gobierno kazajo, que explica que en solo un año la minería contribuyó a un aumento de entre el 7% y 8% de la electricidad utilizada en todo el país. La cantidad de electricidad que se destina a la minería en Kazajistán ahora es equivalente a la que se necesita para mantener encendidas las luces de una gran ciudad. "La electricidad no es infinita en Kazajistán, por eso podemos decir que en cierto volumen de minería vamos a parar", informa el viceministro de Desarrollo Digital del país.
Los cortes de todas las comunicaciones provocaron buena parte del desplome del bitcoin
Sin embargo, las tensiones sociales contra el Gobierno del país durante las últimas semanas, motivadas en gran parte por los altos precios de los combustibles que escalaban a precios históricos, ha ocasionado que desde el país se hayan lanzado a cortar todas las comunicaciones, Internet incluido. El efecto dominó llegó a los mineros del bitcoin que, lógicamente, se quedaron sin poder operar, provocando que un 15% de ellos estuvieran sin conexión, una principal causa por la que el bitcoin se desplomó hasta los 40.000 dólares (en 37.800 a fecha de este viernes).
Estas prohibiciones deberían haber terminado el pasado 31 de enero. Sin embargo, desde el país asiático han decidido ampliar estos cortes eléctricos hasta el día 7 de febrero. Los mineros no lo tendrán fácil ya que, además, los legisladores kazajos están sopesando la creación de una ley que introduzca nuevos impuestos a estos trabajadores de las criptomonedas durante este año, algo que podría ocasionar un éxodo de estas personas a otras zonas.
"Como vimos con China, cuando un país demuestra que es inestable para la minería de bitcoin, los mineros de ese país se terminan mudando hacia jurisdicciones más favorables, lo que hace que las interrupciones sean cada vez menos frecuentes. Así es como la red bitcoin se vuelve más resistente con el tiempo", indicó el ingeniero de minería de bitcoin Brandon Arvanaghi a CNBC.