En pleno año de recuperación económica, los metales preciosos no lo son tanto. Oro, plata, platino y paladio registran retrocesos de doble dígito en lo que llevamos de 2021, mientras que los metales más utilizados en procesos industriales han destacado por sus subidas, poniendo su granito de arena al crecimiento de la inflación que se está sufriendo en todo el mundo.
Así, el platino se deja casi un 15% en lo que va de año, mientras que la plata roza el 17% de caída y el paladio retrocede un 30%. De los metales preciosos, el menos perjudicado es el oro, que pierde solo un 6,7% en este 2021. Todo ello a pesar del movimiento alcista que registraron tras la reunión de la Fed de esta semana, pese al anuncio de la retirada de estímulos.
Las expectativas de un mayor crecimiento global, de inflación y de mayores tipos de interés suelen acarrear la salida de los metales preciosos y su bajada de precios. Dada su escasa utilización en procesos industriales, y que los bancos centrales previsiblemente seguirán aumentando los tipos de interés a lo largo de 2022, no parece que la situación a la baja de la mayoría de ellos se vaya a revertir en el próximo año.
Por el contrario, los metales industriales se han visto beneficiados por la paulatina vuelta a la producción a lo largo del año, que incluso ha llegado a provocar escasez de estas materias primas. El cobre y el zinc han aumentado su valor más de un 21%, mientras que el aluminio supera el 33%, el níckel lo hace un 18% y el plomo ronda el 17%.
En este aspecto, desde IHS Markit señalan que el crecimiento del consumo en China ha llevado a un déficit de cobre, y que la aparición de la variante delta del Covid-19 hace unos meses ralentizó la recuperación de la cadena de suministros, de forma que la vuelta a la normalidad en la producción de las minas de cobre no llegó hasta el mes de julio. Todo esto implicará que el fin del déficit en este metal tarde en llegar aún unos meses más.
Según el informe de noviembre del Grupo de Estudio Internacional del Cobre (ICSG por sus siglas en inglés) señaló en su informe de noviembre que hay un déficit de cobre refinado de 107.000 toneladas durante los primeros ocho meses del año.