
El susto que pegó Ómicron el viernes se llevó por delante un 11,5% del precio del barril europeo, que pasó, casi de sopetón, de los 82,2 a los 72,7 dólares en una sola jornada.
Durante el fin de semana parece que los inversores han reevaluado la situación, y el daño potencial que puede tener la nueva variante del Covid en la economía. El petróleo, como uno de los activos más pegados al ciclo que existen, ha reaccionado en el arranque de la semana con una subida que llegó a superar el 5%, hasta los 76 dólares.
Se trata de la cuarta jornada más alcista en lo que va de año para el barril europeo, un día en el que los inversores parecen haber empezado a asumir que el impacto de la nueva variante de Covid no va a ser tan fuerte como inicialmente se temió.
También hay que tener en cuenta que esta semana está programada la reunión de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), en la que los miembros del cártel y sus aliados van a poner sobre la mesa el peligro que supone Omicron para el mercado del crudo. Rusia ya ha reconocido que tratarán el tema. Según Morgan Stanley, existe la posibilidad de que el cártel decida esta semana hacer una pausa en su estrategia de incrementar la producción de crudo, algo que podría volver a impulsar las subidas de los precios.
Haga lo que haga la OPEP, lo que parece claro para muchos analistas, como Commerzbank, Goldman Sachs o Energy Aspects, es que la caída que se produjo en los precios el pasado viernes fue excesiva.
Hay que recordar que, aunque la amenaza que supone Omicron no es desdeñable, durante el fin de semana algunos expertos del sector han puesto en perspectiva el peligro que supone la nueva variante del virus, que, aunque es más contagiosa que otras anteriores, parece que está causando síntomas relativamente moderados en los contagiados. Habrá que esperar a ver cómo evoluciona la situación y las medidas que adoptan los países más afectados.