
En el Target que habita en el 225 de Greenwich Street, los adornos navideños ya devoran los ornamentos de Acción de Gracias. Entre algunos estantes huérfanos, fruto de los problemas de suministro, ya se leen carteles de rebajas que recortan los precios entre un 50% y un 70%.
Una manzana más al norte, en Whole Foods, los primeros pavos florecen con retraso en la sección cárnica y de aves de corral. Un síntoma más de que este año, los estadounidenses se enfrentarán a su cena más cara del siglo, producto de los cuellos de botella y el persistente golpe inflacionario que se denota en el país. Con la mayor escalada de los precios en aproximadamente 30 años, el precio de 15 libras de pavo (aproximadamente 6,8 kilogramos) ha subido un 25% en el último año y se postula como el más alto desde el 2000.
El pavo y la cartera
También supera los récords previos registrados en 2015, cuando el precio medio alcanzó los 23,04 dólares, según los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). Si bien el coste se dejará notar en la cartera de los comensales, en las madrigueras de Reddit y en múltiples mesas de inversión el sentimiento de euforia no disminuye.
"El Día de Acción de Gracias es mi principal foco de atención y estoy monitoreándolo. ¿Qué operaciones serán tema de conversación durante la cena?, creo que el comercio minorista volverá a repuntar con fuerza, especialmente tras la reciente debilidad de valores como Tesla", revela Scott Rubner, trader de la entidad.
A la hora de escribir esta crónica, en el foro r/WallStreetBets, valores como NVIDIA, Tesla, Alibaba y Apple lideraban el ranking de los 100 más populares. En la aplicación de inversión Robinhood, destacaban Sundial Growers, Microsoft, Snap, Blackberry o Walmart, entre otros. Los cerca de 9 billones de dólares en estímulos aprobados este año (4 billones del lado fiscal y otros 5 billones del lado monetario), todo ello salpimentado con unos bancos centrales todavía extremadamente acomodaticios, han encumbrado al S&P 500 a registrar 66 récords históricos.
Los estadounidenses, con más de dos billones de dólares en exceso de ahorro durante la pandemia han aprovechado durante el último año para entrar en bolsa, entre otras cosas gracias a los cheques directos enviados por el gobierno federal, e impulsar nuevas fórmulas y estrategias, véanse los bautizados como "valores meme".
Los valores invertidos y el miedo a quedarse fuera marcarán la conversación de las cenas
Desde Morgan Stanley, su estratega jefe de inversión, Mike Wilson, coincide en recalcar cómo el mercado de renta variable de EEUU sigue aprovechando la ola de liquidez y el FOMO estacional (es decir, el Fear of Missing Out o miedo a quedarse fuera). "A medida que nos acercamos a nuestro caso alcista de 4.800, el riesgo/recompensa se deteriora, sobre todo con un apalancamiento elevado. Dicho esto, el consumidor parece preparado para una fuerte y temprana temporada de compras navideñas, lo que apoya la tendencia positiva a corto plazo", aclara.
Aún así, según explica Wilson, a pesar de que el S&P 500 sigue marcando máximos históricos y cotiza cerca de niveles de valoración récord, sólo el 16% de sus miembros se encuentra en máximos de 52 semanas. Esta cifra sigue estando muy por debajo de los niveles observados en enero, cuando el índice hizo una serie de nuevos máximos. Además, está significativamente por debajo del nivel del 45% que se alcanzó en mayo de este año. Este escenario justificaría que el reciente repunte del mercado de renta variable es bastante estrecho en términos de amplitud y que sigue habiendo una gran dispersión bajo la superficie.
De momento, el sentimiento a pie de calle, tanto entre los inversores minoristas como los propios consumidores es bueno. Aproximadamente un tercio de los estadounidenses tiene previsto gastar más en regalos navideños este año en comparación con el año pasado. También parecen bastante insensibles a los precios. De hecho, una cuarta parte no tiene intención de comprar menos si los precios continúan su escalada. Es por ello que muchas minoristas ambicionan un fin de año abundante, pese a los problemas de abastecimiento y la pandemia todavía en curso.
Las estimaciones proyectan una temporada récord de ventas, con un crecimiento del 10,5%
La Federación Nacional de Minoristas (NRF, por sus siglas en inglés) indica que aunque el 66% de los estadounidenses tengan previsto ejercitar sus carteras a partir del próximo jueves, estos niveles continúan por debajo de los niveles previos a la pandemia (158,3 millones de personas vs 165,3 millones).
Sin embargo, la NRF proyecta que las ventas navideñas durante noviembre y diciembre crecerán entre un 8,5% y un 10,5% con respecto a 2020, hasta alcanzar entre 843.400 y 859.000 millones de dólares, lo que supone un récord tanto en la tasa de crecimiento como en la cantidad total gastada. Se espera que los consumidores de EEUU desembolsen una media aproximada de 997,73 dólares por cabeza.
Impulso en bolsa para las minoristas
La semana pasada, las grandes minoristas a este lado del Atlántico presentaron sus resultados con un diagnóstico bastante saludable. Compañías como Walmart han fletado sus propios barcos para transportar mercancías desde Asia, se han abastecido de mercancías y confían tanto en su propia red de financiación como en sus amplias bases de proveedores para ajustarse a las limitaciones de suministro. El S&P Retail Select Industry Index, que recoge la evolución de algunas de las principales minoristas, acumula en el último año un rendimiento del 84,8% frente al 31,4% registrado por el S&P 500.