El comportamiento de la inflación se ha coronado en 2021 como el elemento más importante para los mercados, aquel que más impacto puede tener en el desarrollo de la renta fija, las bolsas, y las materias primas.
A día de hoy sigue siendo lo que más preocupa a los inversores, como se ha podido comprobar esta semana con la publicación de la última encuesta a gestores de Bank of America, que mantiene la inflación como la mayor preocupación de los participantes. Además, confirman, con una inmensa mayoría que va a continuar siendo el mayor catalizador para los mercados en 2022, con casi un 80% de los encuestados indicándolo en este sentido.
Aunque los gestores tienen muy clara la importancia de la inflación y es evidente que no van a dejar de vigilarla, también es cierto que cada vez tienen más claro que los repuntes que se están viendo en los últimos meses son transitorios, e irán suavizándose con el paso de los meses. El 61% de los gestores encuestados cree que el repunte actual es transitorio, un porcentaje mayor que en octubre, en la encuesta anterior, cuando lo esperaba un 58%.
Para Stefan Hofrichter, economista jefe de Allianz Global Investors, la clave para los próximos meses está en "si el crecimiento de los precios se va a estabilizar por encima de los niveles objetivo de los bancos centrales" (el 2%, en el caso de la eurozona y de Estados Unidos), o si volverá a estar, como ocurría antes de que llegase la pandemia, "por debajo de estos niveles".
Hofrichter se decanta por la primera opción, aunque reconoce la alta incertidumbre que existe en torno a estas previsiones. El economista alemán no es el único que piensa de esta manera, ya que hay muchos otros gestores y analistas que apuntan en este sentido: veremos más inflación, pero no tan fuerte como se está produciendo en este momento.
Christine Lagarde insistía en la importancia de los factores "mecánicos", o de efecto base, en la inflación
Paolo Zanghieri, economista senior de Generali Investments, explica cómo "la inflación de octubre resultó ser más alta de lo previsto, y no se debe sólo a que los precios de los bienes sufran un embotellamiento de la oferta. La inflación de los servicios también está aumentando, y algunos factores importantes de impulso de los costes, como los salarios y los precios de la vivienda se están fortaleciendo", pero considera que "el repunte de la inflación se considera temporal: independientemente de su duración, no tendrá efectos permanentes", señala.
Esta opinión va en línea con las expectativas que maneja el BCE: el viernes, su presidenta, Christine Lagarde, insistía en la importancia de los factores "mecánicos", o de efecto base, en la inflación, elementos que dejarán de tener efecto el año que viene, como la reducción del IVA en Alemania, cuya recuperación restará 1,2 puntos al IPC alemán el próximo año, según Lagarde, o los altos precios de la energía.
Qué sube, y cuánto, en cada escenario
La inflación no tiene el mismo impacto en un activo que en otro. Bolsa, bonos, materias primas... cada uno tiene una sensibilidad única al incremento de los precios, que en el pasado ha cambiado en función de las tasas de inflación que han tenido lugar. Allianz GI recopila estos datos financieros de forma global, apoyándose en la información de Refinitiv, y destaca qué activos son los que mejor se han comportado en cada escenario.
La primera conclusión que se saca al analizar estos datos es que si el escenario que nos espera en los próximos meses es de una inflación entre el 2 y el 4%, la bolsa es el mejor activo en el que estar. En concreto, la bolsa mundial, en dólares estadounidenses, es la que mejores resultados ha dejado en el pasado, con subidas anuales de casi el 14% cuando se ha materializado este escenario. Le sigue de cerca la bolsa estadounidense, en el entorno del 13%.
Si la inflación supera el 6%, en ese caso el activo que mejor se ha comportado históricamente son las materias primas (también dejaron buenos resultados, de más del 10% de media, cuando el avance de los precios se movía entre el 2% y el 6%). En este caso cabe distinguir al oro del resto de recursos básicos.
En el escenario de inflación más elevada, por encima del 8%, los activos que más sufren son los bonos corporativos
Aunque parezca sorprendente, el metal precioso sólo se ha comportado especialmente mejor que otros activos cuando la inflación ha superado el 8%. Es más, cuando el avance de los precios se ha mantenido entre el 2% y el 6%, tanto la bolsa estadounidense, como la mundial e incluso los bonos corporativos, han dejado mejores rentabilidades que el oro.
En el escenario de inflación más elevada, por encima del 8%, los activos que más han sufrido en el pasado son los bonos corporativos, más incluso que la deuda pública estadounidense. Los primeros han perdido más de un 10% en estos periodos, mientras que las caídas del soberano americano ha sido del entorno del 8%.