La crisis de Evergrande se está contagiando al mercado de renta fija china en dólares. El gigante inmobiliario chino ha vuelto a faltar al pago de sus intereses, en este caso de 80 millones de dólares, que vencieron el sábado, y de nuevo empieza el periodo de gracia de 30 días para abonar lo debido o entrará en situación de impago.
La historia de octubre se repite, aquella que terminó con la compañía pagando in extremis, en el último día del periodo de gracia, y evitando la quiebra, pero a los inversores les está poniendo muy nerviosos.
La deuda china sin grado de inversión o high yield, que cotiza en dólares estadounidenses, es el mejor ejemplo, ya que está sufriendo en sus carnes el temor de contagio por parte de los mercados: la rentabilidad del índice que recoge Bloomberg que agrupa este tipo de bonos se ha disparado ya hasta el 23,5%, un nuevo máximo que nunca antes había alcanzado.
Por precio, la huida de los inversores de la deuda de más riesgo por parte de emisores chinos, ya deja unas pérdidas del 29,5% desde junio. Concretamente, desde el día 26 de ese mes, cuando el selectivo cotizaba tranquilamente, marcando nuevos máximos del año. En los últimos días las pérdidas se han acelerado, con caídas en 12 de las últimas 13 jornadas en las que el mercado ha estado abierto.
Aunque el mercado está dejando claro que no quiere ver ni en pintura la deuda china high yield, el castigo para la renta fija del país con grado de inversión no está siendo tal. El índice de deuda agregado ofrece en torno al 2,8% de rentabilidad al vencimiento y el que recoge sólo deuda corporativa, pero con grado de inversión, se mantiene ahora en el 2,7% a vencimiento, dejando unas pérdidas anuales que no llegan al 1% (con la deuda corporativa high yield las caídas son de casi el 30%).
Estas pérdidas que está sufriendo la deuda corporativa del gigante asiático de más riesgo contrastan con el buen inicio de semana que han tenido los bonos americanos a 10 años, el T-Note, que ya toca el 1,429% de rentabilidad, la más baja desde septiembre.