
La resaca dejada por la reunión del Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés) puso de manifiesto la entente implícita entre el banco central estadounidense y el mercado. Con la inminente reducción de las compras de deuda, algo también conocido como tapering, Jerome Powell y el resto de funcionarios de la autoridad monetaria han sensibilizado a los inversores sobre la posibilidad cada vez más real de que la primera subida de tasas llegue tan pronto como el próximo año.
El indicador FedWatch de CME Group, que sigue las expectativas futuras sobre potenciales cambios en el precio del dinero, indica que para la última comitiva del FOMC del año que viene, que tendrá lugar el 13 y el 14 de diciembre, el 43,3% del mercado espera una subida de tipos de 25 puntos básicos que los llevaría a un rango del 0,25% y el 0,50%. Un 20,8% de los inversores descuenta ya hasta dos vueltas de tuerca a la manivela monetaria. Solo el 31,1% espera que la Fed no mueva ficha.
"Debemos resaltar que Powell dijo durante su rueda de prensa que una subida de tipos era posible antes de lo previsto, lo que a nuestro parecer cuadra con un incremento de tasas en la segunda mitad de 2022", señala Andreas Steno Larsen, economista de Nordea. Es importante recordar además que James Bullard (Fed de San Luís), Loretta Mester (Fed de Cleveland) y Eric Rosengren (Fed de Boston) votarán en el FOMC el próximo año, lo que inclina la balanza hacia los halcones, como se conoce en la jerga a los que abogan por endurecer la política monetaria.
Tono más agresivo
Los mercados consideraron que tanto el tono del comunicado como y el diagrama de puntos denotaron cierto tono agresivo. En este sentido, los economistas de Goldman Sachs señalan que, si bien las revisiones de las previsiones de crecimiento fueron en general similares a sus expectativas, los aumentos de las proyecciones de inflación para 2022 y 2023 fueron algo sorprendentes.
Mientras que las previsiones para el año en curso se ven muy afectadas por factores transitorios, como la subida de los precios del petróleo, las previsiones para el próximo año reflejan dónde se espera que se asiente la inflación una vez que los factores transitorios hayan remitido. Al respecto, la Fed estima que el efecto "transitorio" está durando mucho tiempo. De hecho, el 2,3% previsto para 2022 es la previsión de inflación subyacente más alta desde que se publicaron las proyecciones por primera vez en 2007, según Derek Tang, de Monetary Policy Analytics.
El banco central noruego toma la iniciativa e inicia el ciclo de subidas de tipos
Por otro lado, el Norges Bank elevó los tipos en 25 puntos básicos, convirtiendo al banco central noruego en el primero de las grandes economías desarrolladas en iniciar un ciclo de endurecimiento. Sus responsables confirmaron prácticamente que volverán a subir en diciembre y muchas mesas de inversión esperan que estos regresen al nivel anterior a la pandemia (1,50%) a finales del próximo año.