
La inflación se ha convertido en la pieza más importante del puzzle de los mercados en los últimos meses. En la salida de la pandemia se han producido cuellos de botella y subidas en los precios de las materias primas que están generando fuertes repuntes del IPC.
Los grandes bancos centrales, la Reserva Federal (Fed) y el Banco Central Europeo (BCE), han dejado claro desde un primer momento que creen que el aumento de la inflación será temporal, y ahora la mayor parte de los 258 gestores que ha encuestado Bank of America en septiembre opinan igual.
Por primera vez desde mayo de 2020, las perspectivas de los inversores encuestados apuntan a que el IPC será menor dentro de 12 meses de lo que es ahora. Todavía es un porcentaje pequeño, ya que sólo un 1% neto de los encuestados (el porcentaje de los participantes que esperan que caiga, menos el de los que creen que aumentará) espera que la inflación se reduzca en el próximo año, pero es significativo que por primera vez en 16 meses la opinión general es que la subida de los precios se calmará en el futuro. Ahora un 69% de los encuestados responde que la subida será transitoria, frente al 65% de los que lo esperaba en agosto.
Aunque las perspectivas son ahora menos alarmantes, eso no quiere decir que el repunte del IPC no siga siendo la mayor preocupación para los gestores. Se mantiene como el mayor peligro, seguido del taper tantrum, el impacto de la variante Delta, las burbujas en distintos activos, la política de China y los eventos geopolíticos, en ese orden.
En cuanto al posicionamiento que los gestores tienen en sus inversiones en este momento, llama especialmente la atención que la infraponderación a renta fija ha crecido hasta máximos de febrero de 2018, aunque ya venía siendo fuerte en los últimos meses. Ahora, un 69% neto de los encuestados destaca estar infraponderando los bonos.
También es llamativo el contraste entre la opinión que tienen los encuestados sobre el crecimiento económico que va a llegar en los próximos meses. Aunque siguen esperando una mejora en el siguiente año, el optimismo es el más bajo que se ha visto desde marzo de 2020.
Sin embargo, esto no ha convencido a los gestores para reducir enormemente su exposición a renta variable en este momento: aunque ha caído ligeramente desde el mes pasado, y las perspectivas de incremento del beneficio empresarial se han reducido hasta el nivel más bajo desde mayo de 2020 (siguen esperando un crecimiento a 12 meses, pero más lento) el 50% neto de los gestores continúa sobreponderando la bolsa.
Los sectores favoritos en este momento, respecto del peso histórico que han tenido en las carteras, son el de la banca, el sector salud, las materias primas y el de los reits inmobiliarios.