
La reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) que tiene lugar este jueves es una de las más importantes de los últimos meses para la institución.
Se acerca el momento de anunciar el inicio de la retirada de las compras de deuda que se activaron con la llegada de la pandemia, y el consenso de mercado que recoge Bloomberg espera que, desde septiembre en adelante, el ritmo de compras de bonos por parte de la institución vaya reduciéndose paulatinamente.
El Programa de Compras de Deuda de Emergencia (PEPP) es el que se espera empiece a reducirse. El BCE compra 80.000 millones de euros mensuales con esta herramienta y para octubre el consenso de mercado espera que se recorten hasta los 70.000 millones.
Los expertos creen que las cifras irán siendo cada vez menores a medida que pasen los meses, hasta marzo de 2022, cuando esperan que la institución inyecte 52.000 millones de euros, el mes en el que está fijado que termine el programa. "Seguimos esperando un nuevo ritmo de compras del PEPP de 60.000 millones de euros al mes, en línea con el ritmo de compras de principios de año", señalan desde Pimco.
Todas estas cuestiones están en el orden del día para este jueves, un encuentro que los mercados seguirán muy de cerca y que podría tener consecuencias. Y no solo son importantes las medidas que el BCE haya decidido adoptar: también será clave cómo lo comuniquen, intentando evitar que el inicio del fin de los estímulos por la pandemia castigue con demasiada virulencia a la bolsa y a la renta fija.
Hay que recordar que el tapering es el inicio de la retirada de estímulos, pero se asume que en algún momento en los próximos años el BCE empezará a reducir su balance de activos, que ha superado los 8 billones, algo que es probable que tenga un impacto fuerte en el mercado.
La reunión de este jueves es especialmente importante porque el BCE publicará la actualización de su cuadro de previsiones macroeconómicas. Suele ser en estos encuentros, cuando los miembros del Consejo de Gobierno tienen disponibles sus estimaciones recién actualizadas, cuando deciden hacer cambios de ruta en sus políticas.
En esta ocasión el consenso de mercado cree que el BCE se verá obligado a aumentar sus estimaciones de inflación para 2021 y 2022, y también esperan que incremente su previsión de crecimiento del PIB para este año.
"Con una inflación en el mes de agosto situándose en niveles del 3%, y ante la expectativa de se revisen al alza tanto las expectativas de crecimiento como de inflación para los próximos años, parece que los miembros del BCE con perfil más dovish no tendrán muchos argumentos para retrasar la reducción de compras del PEPP", explican desde A&G Banca Privada.