Los family office son la estructura que eligen muchas familias con grandes patrimonios para gestionarlos. Gracias a las grandes cantidades que manejan, este tipo de inversores tienen la capacidad de llegar donde no alcanza la mayor parte de inversores individuales, con la posibilidad de tener exposición a private equity, por ejemplo, con mucha más facilidad que quien maneja patrimonios más pequeños.
Sin embargo, aunque pueden tener más capacidad de movimiento, estos inversores están igual de expuestos a los principales riesgos que amenazan a los mercados en general, y ahora son la inflación y los bajos tipos de interés los dos grandes peligros que tienen en mente de cara al futuro. Goldman Sachs ha lanzado su primera encuesta a este tipo de inversores para conocer qué les quita el sueño, y cómo se están posicionando para protegerse.
La encuesta recoge las respuestas de 150 participantes, con el 54% de ellos en la región de América, un 23% en EMEA (Europa, África y Oriente Medio) y otro 23% en Asia, inversores considerados institucionales por el banco estadounidense por el tipo de estructura que mantienen (gestión profesional y grandes patrimonios, con más del 66% de los encuestados con más de 1.000 millones de dólares).
El posicionamiento actual de estas familias inversoras se centra principalmente en activos alternativos, con el 45% de la cartera media invertida en ellos, entre acciones de empresas no cotizadas, inmobiliario, hedge funds, crédito privado. Después, un 31% del patrimonio está invertido en renta variable y un 19% en renta fija y liquidez, y un 1% en materias primas.
Este último porcentaje, sin embargo, parece que irá menguando todavía más en los próximos años, si se confirman los mayores temores que mantienen ahora estos inversores.
Sus miedos y sus soluciones
Los family office tienen en este momento muy presente el riesgo de que se mantenga durante un tiempo prolongado el contexto de bajos tipos de interés en el que nos encontramos en este momento. Es la respuesta que más se repite entre los encuestados, con un 68% de las respuestas, cuando se les pregunta qué tienen en este momento en su cabeza.
Al mismo tiempo, y casi con el mismo porcentaje de respuestas (el 65%), los family office tienen bastante claro que la economía se va a mover con tasas de inflación más elevadas. Su tercera mayor preocupación es que se produzca un hundimiento de las divisas, en este caso, con un 39% de los encuestados destacando esta posibilidad.
Con esto en mente estos inversores tienen claro cómo van a posicionar sus carteras para protegerse lo mejor posible. Pensando en el escenario de tipos bajos prolongados, la bolsa es el activo que consideran más interesante en este momento, con un 72% de los encuestados inclinándose por aumentar su peso en la cartera. Al mismo tiempo, irán reduciendo el peso de la renta fija y de la liquidez, según la respuesta del 53% de los encuestados.
La estrategia para pelear contra la inflación es similar, pero no exactamente igual. En este escenario los family office optan por aumentar el peso de los activos físicos (un 55% de encuestados así lo reconoce), pero casi el mismo porcentaje, el 54%, cree que la mejor opción es incrementar el peso de la bolsa.
Para protegerse del peligro de un hundimiento de las divisas, sin embargo, la mejor opción es acudir a activos digitales, con un 42% de respuestas, seguido del 37% que cree que la mejor idea en este caso será comprar metales preciosos.
Aunque la mayor parte de encuestados no tiene exposición a criptodivisas (un 15% de forma global, y 25% en la región de América), casi la mitad de ellos reconoce estar considerando tenerla en el futuro. Es el 40% de los que temen el hundimiento de las divisas quienes tienen claro que estos activos pueden ser una buena alternativa, si se materializa este escenario.