
¿Seis meses de lista de espera para comprar una bicicleta? ¿El coche de tus sueños se está haciendo de rogar? ¿Problemas para cambiar tu viejo smartphone? Tres escenarios distintos, pero con el mismo denominador en común: la falta de microprocesadores, también conocidos como chips. La alta demanda de este tipo de productos sumada a los cierres de la economía que marcaron 2020 ha producido un desfase entre la oferta y la demanda. Este problema no solo está afectando a los principales fabricantes de chips, compañías que dependen mucho de ellos, como Apple o Xiaomi, tienen un ojo puesto en estos valores (ver gráfico).
Pese a que estas empresas no están atravesando un buen momento, el desabastecimiento no les está afectando en bolsa, de hecho, el balance de los ocho primeros meses del año es bastante positivo. Nvidia, una de las fabricantes de chips más grandes por capitalización bursátil, avanza cerca de un 50% en el parqué, AMD lo hace más de un 20% y Marvell cerca de un 23%. Todo apunta a que estas alzas no son pasajeras, de hecho, el consenso de analistas que las siguen en FactSet augura un recorrido alcista a doce meses vista cercano al 22% para las grandes compañías del sector.
Las subidas las liderarán Micron Technology y SK Hynix. La compañía estadounidense, con una capitalización bursátil cercana a los 79.680 millones de dólares, se revalorizará en los próximos meses un 68% hasta alcanzar 117,78 dólares. En la actualidad cotiza en torno a los 70,16 dólares (cifras a media sesión). Los expertos de JP Morgan apuntan a que los problemas de desabastecimiento no durarán mucho, tanto que destacan que "los sólidos fundamentos de oferta/demanda para 2022 provocarán una fuerte expansión de los márgenes así como un fuerte crecimiento de los beneficios de Micron". El analista de la financiera estadounidense es uno de los más optimistas del mercado, de hecho, establece un precio objetivo de 140 dólares, muy por encima del consenso. Cabe destacar que Micron es una de las pocas compañías del sector que registra caídas en el parqué, cercanas al 5%.
En lo que respecta a la compañía surcoreana, el mercado augura que en los próximos 12 meses alcanzará los 135,33 dólares, lo que supone un potencial alcista del 55%. Cerró la sesión del jueves con un precio de 87,14 dólares por acción.
Los problemas para Samsung vienen de dos frentes. Por un lado porque se dedica a la fabricación de chips y, otro otro, porque los necesita para poder seguir vendiendo teléfonos móviles, su principal vía de negocio. Su dependencia es tal, que su comportamiento en bolsa es prácticamente igual al del Bloomberg World Semiconductor Index, que recoge a las principales compañías del sector (ver gráfico). Las acciones de la principal compañía de smartphones alcanzarán un precio de 87,85 dólares en el próximo año, lo que supone un camino del alcista del 41%.
Qualcomm y Taiwan Semiconductores, la más grande del sector por capitalización, tendrán evoluciones muy similares en los próximos doce meses, según el consenso de analistas de FactSet ambas avanzarán cerca de un 30%, hasta 184,15 dólares en el caso de la norteamericana y hasta 26,53 dólares en el caso de la asiática.
Intel ocupa el siguiente puesto de la lista. El consenso de analistas de FactSet augura un potencial alcista de cara al próximo año del 17%, esto quiere decir que la fabricante de semiconductores alcanzará 61,84 dólares por acción en los próximos doce meses. Desde la compañía no son demasiado optimistas con el futuro del sector, tanto que auguran que los problemas de desabastecimiento perdurarán en el tiempo. Así lo ha explicado Pat Gelsinger, CEO de Intel, quien ha afirmado que la falta de CPUs seguirá afectado al sector y otras industrias al menos un par de años más. Las previsiones que maneja la compañía de cara al tercer trimestre son que se alcancen niveles de desabastecimiento sin precedentes.
En lo que respecta a Broadcom, Nvidia, AMD y Marvell, el potencial alcista que establece el mercado es algo menor que el de sus competidores, no llega al 20% (ver gráfico). JP Morgan también es optimista con Nvidia. "Seguimos confiando en la capacidad de la compañía para sortear este entorno de restricción de la oferta y esperamos que siga beneficiándose de las sólidas tendencias en juegos y centros de datos", explican en un comunicado.
Una de las ventajas de Nvidia es que su negocio está muy segmentado y el importante peso que tiene su división de videojuegos le está permitiendo sortear la crisis de microprocesadores. "Esperamos que la la sólida demanda de juegos para ordenadores sea un fuerte motor de ingresos para la compañía, compensando así el declive secular de los fabricantes de chips", detallan desde la firma de inversión.
El mercado tiene claro a que se debe el elevado potencial de las principales fabricantes de microchips. "Creo que van a trabajar a destajo durante los próximos diez años para satisfacer la sólida demanda de semiconductores en todos los sectores", destacan los expertos de Capital Group.