
Las operaciones de salida a bolsa han vuelto a protagonizar la actividad del mercado después de que en 2020 se superaron los registros de financiación a través de ampliaciones de capital del año anterior en un 17,5%, llegando a los 15.700 millones de euros. Las fusiones y adquisiciones han puesto en valor el papel del mercado como entorno natural de crecimiento empresarial y según la experiencia para compañías cotizadas como Grenergy, Ebro Foods y la socimi All Iron es que la visibilidad, la transparencia y la disciplina por estar permanentemente fiscalizado son ventajas que superan con creces a las desventajas.
Estas han sido las conclusiones de la mesa del Foro Medcap organizado por BME dedicada a La bolsa, una herramienta eficiente de crecimiento para las empresas y que ha estado moderado por Marian Fernández, responsable de macroeconomía de Andbank España.
"Estar cotizados nos educa en la disciplina, en el reporte a los mercados, a los auditores, enfrentarnos a los reguladores. Todo ello nos ayudar a estar al día y dar una mejor respuesta a nuestro stateholders", señala Manuel de Luna, deputy CFO de Ebro Foods. "Estar cotizado nos apoya mucho en las futuras captaciones porque da mucha confianza al inversor", apunta Ibon Naberan, general manager y CFO de la socimi que cotiza en BME Growth.
Las ventajas superan a los inconvenientes
Entre los costes asociados a ser una firma cotizada, Susana Álvarez, profesora de Economía de la Universidad de Oviedo, ha señalado que no todas las compañías están dispuestas a estar sometidas no sólo a las decisiones que toma sino también a las datos macro que pueden afectar a la cotización ni a la disciplina que implicar reportar sus balances trimestralmente. "Hay empresas que quieren escudarse en eso y si tengo alternativas en el capital privado para qué arriesgarse", explica Álvarez.
En opinión de Daniel Lozano, director de relación con inversores y comunicación de Grenergy, "Esta disciplina más que un coste me parece una necesidad y una ventaja respecto a las empresas que están fuera". También lo ve así Manuel de Luna, quien cree que estar cotizada "abarata mucho el coste de la financiación bancaria. Esa disciplina de reportar trimestralmente da mucha seguridad a un departamento de crédito".
Entre las desventajas los expertos también han debatido sobre el descuento que suele acompañar la salida a bolsa y la valoración de los intangibles, que en el caso de una empresa marquista como Ebro Foods, les ha llevado a cotizar 300-400 puntos básicos por encima.