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Juan Manuel Rodríguez: "Nuestro algoritmo ha reducido la inversión al 52%, casi al mínimo"

Juan Manuel Rodríguez, gestor de 'Impassive Wealth' y director de inversiones

Arquitecto de profesión, Juan Manuel Rodríguez dedica la mayor parte de su tiempo a gestionar Impassive Wealth, un fondo de inversión de bajo coste que se caracteriza por invertir el grueso de su cartera en activos permanentes. El resto se reparte en activos temporales -con momentum- y liquidez. Su visión de ésta última es lo que distingue su algoritmo del resto de propuestas del mercado: "Debe funcionar como un muelle". Ahora el fondo está invertido al 52%, cerca del mínimo que se marcan. Llegaron a superar el 60% en febrero y marzo de 2020.

Viene de un mundo diferente del que sería la entrada natural a la gestión, ¿cómo ha terminado en ella?

Soy arquitecto, especialista en estructuras, pero la crisis del sector me obligó a cerrar mi estudio. Fue después de 2008-2009. Me encontré con un patrimonio, y empecé a formarme para protegerlo. Desde el principio me atrajo la gestión pasiva, pero se me quedaba corta la gestión de riesgo. Me interesaba que la liquidez fuera una herramienta de trabajo. Empecé a investigar un sistema en el que la liquidez funcionase como un muelle, que se comprimiera cuando la tengo que utilizar y que se descomprimiera cuando no. Al principio lo hacía de manera particular. En 2014 conocí al que es mi socio, Juan Cogollos [ahora asesor del fondo], en un máster de value investing y teoría del ciclo austriaco en OMMA. Mucha gente de ese grupo se interesó en invertir su patrimonio con mi sistema. Nos juntamos bastantes interesados y Juan y yo nos asociamos para llevarlo a nivel profesional.

Peor momento para arrancar imposible, 2018...

Sí. Antes, en 2015, formamos un club, el club de los impasibles. No llegábamos al millón de euros entre todos. En 2016 nos juntamos con 3 millones de euros e intentamos sacar un fondo de inversión. Nos reunimos con varias gestoras, pero cuando hablábamos de los costes encontrábamos una barrera. Nuestra base filosófica se basa en el bajo coste y salir con 3 millones al 0,6% no interesaba, así que seguimos trabajando y no pudimos sacar el fondo hasta dos años más tarde, cuando se nos cruzó en el camino Esfera [absorbida por Andbank], que desde el inicio entendió el proyecto. Ahora rondamos los 12 millones y casi 400 impasibles (partícipes).

¿Cómo explicaría de forma didáctica lo que hace?

Es comprar barato y vender caro no en el sentido fundamental, sino en el matemático. Es decir, tienes una posición formada con un precio. Ese precio puede subir o bajar. Si tienes unas reglas fijas para que siempre las ventas parciales hagan un precio superior cuando recoges beneficios, y cuando las entradas hagan un precio inferior de tu precio promedio ya estás comprando barato. Eso, aplicado sistemáticamente a un conjunto de índices, hace que navegues por el índice con menos volatilidad, controlando el riesgo y estés indexado al mundo con menos sustos.

¿Qué decía su algoritmo en febrero y marzo del año pasado?

Lo vivimos con tensión, no os voy a decir que fuera agradable, pero teníamos un plan. Da igual que no sea el mejor del mundo, pero tener uno creado y testado en una época de calma es algo fundamental porque invertir es difícil ya que el enemigo lo tenemos encima de nosotros, nuestro cerebro no está preparado para invertir porque las pérdidas nos provocan dolor. Aquellos meses nos hinchamos a comprar, pasamos de estar invertidos en la parte de los activos permanentes del 50% a más del 60%. Siempre estamos invertidos como mínimo al 50%, porque hemos testeado que, por debajo, de esa cifra nos perdemos oportunidades.

¿Y cuál es el punto más alto que han tocado en los últimos años?

Desde el 2018, el sesenta y pico en el Covid. A nivel particular, como empezamos en 2011, hemos estado siempre en un mercado alcista y hemos estado entre el 50% y el 60%. En una caída que se prolonga en el tiempo podemos llegar a estar invertidos al 100%. Cada activo es como un cajón y tiene su liquidez asociada, aunque luego la liquidez es conjunta. La liquidez se puede agotar en un activo, pero podemos utilizar la de otros para comprar ese activo. Por eso, aunque somos un fondo orientado al crecimiento y a la renta variable, tenemos otros activos como oro y mineras, porque el efecto descorrelacionador que tienen es que nos nutren de liquidez al sistema cuando otros activos la están utilizando.

En un escenario de reconstrucción, y con una renta fija en la que, en el mejor de los escenarios, viene una travesía del desierto, ¿cuánto está invertido el fondo?

Al algoritmo le da igual esas cosas porque son operaciones matemáticas. La decisión activa que sí hemos tomado es no estar en renta fija. Tenemos lo más parecido a la liquidez. Siempre nos marcamos como objetivo poseer los activos deseables, y para nosotros la renta fija de los gobiernos de medio y largo plazo no lo es. Entiendo que en una cartera con diversificación estructural, tipo cartera permanente, puede tener sentido. Ahora mismo los activos permanentes representan el 52%, estaríamos en nuestros mínimos, el sistema nos ha obligado a vender y hemos recogido los beneficios del Covid. Ese 48% de liquidez que tenemos también vimos hace unos años que tiene un coste de oportunidad. Ahí entran en juego los activos temporales, que invertimos haciendo un seguimiento de tendencias. Los puntos fuertes de un sistema son las debilidades del otro, es tener soldados para cada batalla.

En esa diversificación, de soldados para cada batalla, ¿con qué divisiones dice el algoritmo que debería ser más agresivo y cuáles habría que tener en la reserva?

Dividimos la renta variable entre el mundo sin EEUU y con EEUU. En la parte de momentum estamos con un 80% en EEUU y un 20% en el mundo sin EEUU. Llegamos a estar 100% en EEUU. Y en la parte de momentum de factores, hemos estado en el factor momentum, valga la redundancia, y hemos rotado al factor value y al factor tamaño.

"Para tener una comisión del 0,6% tienes que tener un patrimonio cercano a los 100 millones para que salga rentable"

Si la comisión es 0,6%, ¿cuál cree que debe ser la TER del fondo?

Ahora estamos en un 0,92% y ojalá bajemos del 0,9% el año que viene, según crece el patrimonio del fondo muchos gastos se diluyen.

Esa comisión del 0,6%, ¿se puede apretar todavía más?

Si vives exclusivamente de esto, para tener una comisión del 0,6% tienes que tener un patrimonio cercano a los 100 millones para que salga rentable. Nosotros, con 12 millones, tenemos nuestro trabajo aparte de gestor, no podemos vivir de esto solo. Pero para nosotros prima más que el fondo sea barato y rentable a largo plazo, que el que sea un negocio.

¿Qué volatilidad ha tenido el fondo?

Nuestra volatilidad esperada va a ser del orden de dos tercios la volatilidad del MSCI World. Hemos vivido ya dos periodos muy volátiles, el del último trimestre de 2018 y el 2020. Mientras la volatilidad del MSCI World ha sido del 20,6% en ese periodo, nosotros hemos dado un 13,3%. Vamos a ser siempre menos volátiles que un fondo de renta variable puro y duro, aunque no somos un fondo conservador.

¿Cuál es la rentabilidad anualizada que debe dar el fondo?

Aunque no nos gusten los backtesting como herramienta de trabajo, hemos comprobado cómo se hubiera comportado nuestro sistema en el pasado con unos activos parecidos. Hablamos siempre de una rentabilidad satisfactoria, que para nosotros sería vencer a la inflación por 4-5-6 puntos. Eso significa lograr una rentabilidad en los últimos 20 años, con una inflación moderada, del 7%-8%. Al final es la rentabilidad del mercado con menos sustos. No vendemos rentabilidades de doble dígito.

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