Nueva York
Las consecuencias del desmoronamiento de Archegos Capital Management continúan esclareciéndose a medida que los bancos relacionados con este fondo presentan sus cuentas. Es el caso de Nomura y UBS.
El mayor banco suizo por activos confirmó este martes que la debacle generada por el family office capitaneado por Bill Hwang, provocó pérdidas de 774 millones de dólares, una factura que sobrepasó las expectativas y que redujo los ingresos de su negocio de banca de inversión en un 20%.
Los títulos de UBS llegaron a perder hasta un 4% arrastrando consigo a otros bancos europeos, a medida que los inversores digieren el impacto de Archegos, que el banco había considerado que no era lo suficientemente importante como para revelarlo antes.
"Las pérdidas de Archegos han restado brillo a estos resultados", señalaron en una nota a sus clientes los analistas de JPMorgan Kian Abouhossein y Amit Ranjan.
Por su parte, Nomura, que registró pérdidas de unos 2.000 millones de dólares el mes pasado, elevó los daños hasta los 2.850 millones de dólares, provocando así que la entidad nipona registrase su peor resultado trimestral desde finales de 2008, en pleno apogeo de la crisis financiera mundial.
Además de UBS y Nomura, Credit Suisse perdió 5.500 millones de dólares, Morgan Stanley alrededor de 911 millones de dólares y Mitsubishi UFJ Group cerca 300 millones de dólares por su exposición a Archegos.
Si sumamos todas estas cifras, las pérdidas superan ya más de 10.000 millones de dólares, lo postula el colapso de Archegos como uno de los peores en más de una década. De ahí que investigaciones por parte de los reguladores estadounidenses y extranjeros estén en marcha.
Hwang, el epicentro del tsunami de Archegos
El desencadenante de este efecto dominó tiene como epicentro al díscolo Hwang, co-director ejecutivo de Archegos, previamente conocido como Tiger Asia Management. Precisamente, en 2012, este hedge fund con sede en Nueva York fue condenado por un cargo de fraude y acordó el pago de 44 millones de dólares para resolver las acusaciones civiles de los reguladores estadounidenses. Estos alegaron que la entidad participó en el uso de información privilegiada y manipuló las operaciones con acciones de bancos chinos.
En aquella hecatombe Hwang se declaró culpable de un cargo de fraude electrónico en nombre de su empresa. Por aquel entonces quedó en libertad condicional pero tuvo que devolver más de 16 millones de dólares. Lejos de darse por vencido, un año más tarde reconvirtió Tiger Asia Management en una family office bajo el nombre Archegos Capital Management, que creció hasta superar el tamaño de muchos fondos de cobertura convencionales.
Hwang fue uno de los analistas apodados por la industria como "cachorro del tigre" por haber forjado su carrera en el fondo en Tiger Management a las órdenes del afamado Julian Robertson. Con ayuda de éste fundó Tiger Asia Management en 2001, una entidad que llegó a gestionar más de 5.000 millones de dólares en su punto álgido gracias a su interés por los mercados y activos asiáticos. No obstante, siete años más tarde, también fue uno de los más afectados por la subida en los precios de las acciones del fabricante de coches alemán, Volkswagen.
Antes del colapso de Archegos, Hwang tomó grandes posiciones concentradas en empresas y mantuvo algunas posiciones a través de swaps. Estas operaciones están basadas en contratos negociados por los bancos de Wall Street que permiten a un usuario asumir los beneficios y las pérdidas de una cartera de acciones u otros activos a cambio de una comisión.
Wang mantuvo su anonimato incluso cuando se estima que Archegos ha contado con más del 10% de las acciones de múltiples compañías. Este es un nivel crítico dado que los fondos o individuos expuestos a más del 10% del accionariado de una empresa cotizada en EEUU son catalogados como personas con acceso a información privilegiada y están sujetos a normativas adicionales en materia de divulgación de información y el estado de sus cuentas.
