
Los tipos de interés al cero han regresado para quedarse durante un tiempo. Lo esclareció, de nuevo, la Reserva Federal estadounidense (Fed) el miércoles, al proyectarlos en este nivel al menos hasta finales de 2023. Lo que no clarificó el presidente de la institución, Jerome Powell, fue el futuro del programa de compras de deuda vigente, el conocido como quantitative easing (QE), pese a que el mercado esperaba que pudiera adelantar si las adquisiciones se volcarían más en los bonos a largo plazo.
Pese a ello, la reacción de los inversores en el mercado secundario de deuda, donde se negocian los títulos después de ser emitidos, ha sido muy contenida. Tras el ligero repunte en la rentabilidad visto en la misma sesión de la reunión -esta sube cuando hay ventas que provocan caídas en los precios-, este jueves el rendimiento del bono a 10 años volvió a relajarse a mitad de la jornada hasta el entorno del 0,66%, por debajo incluso del nivel del martes. Y, en general, la deuda estadounidense a largo plazo, aquella que vence en al menos una década, aún acumula unas ganancias del 15% en el año frente al 2,8% que se anotan los bonos entre 1 y 3 años, por ejemplo, según datos de Bloomberg.
"Powell se abstuvo de dar más detalles sobre el futuro de las compras de QE, pero declaró que al menos el ritmo actual seguía siendo apropiado por el momento. Esto fue probablemente un poco decepcionante en relación con las expectativas, también porque Powell no dijo explícitamente si la Fed comenzaría a comprar bonos del Tesoro con vencimientos más largos", explica Sandrine Perret, economista senior de Vontobel AM.
No obstante, Christian Scherrmann, economista de EEUU para DWS, cree que Powell transmitió una "clara señal de que alguna forma de extensión del vencimiento (por ejemplo, el control de la curva de rendimiento)" sigue sobre la mesa.
De momento, los títulos a más largo plazo, como el vencimiento a 30 años, también siguen estables, en su caso en torno al 1,41%. Y, desde Citi, creen que cualquier novedad en el QE no llegaría hasta final de año. Sus analistas esperan "poco en el FOMC [el comité encargado de la política monetaria] de noviembre. En diciembre, la Fed puede desacelerar las compras de MBS [valores respaldados por hipotecas], aumentar las compras del Tesoro o extender su duración promedio".