Nueva York
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos subastó el miércoles por primera vez desde 1986 un total de 20.000 millones de dólares en bonos públicos a 20 años como parte de su estrategia para financiar el descomunal déficit que solo este año sobrepasará los 3 billones de dólares como parte del esfuerzo para paliar la crisis económica derivada de la pandemia de COVID-19.
El gobierno vendió la totalidad de los bonos con un rendimiento del 1,22% tras recibir una demanda de aproximadamente 50.000 millones de dólares. De esta forma, la rentabilidad del renovado bono es de aproximadamente 50 puntos básicos más que la registrada por el Treasury a 10 años. El rendimiento de éste cayó al 0,68% tras la subasta. El rendimiento del bono a 30 años cedió al 1,39% desde el 1,42%.
"La subasta fue muy bien. La demanda fue muy fuerte. Esto demuestra que el Tesoro tomó la decisión correcta de lanzar al mercado un nuevo bono de 20 años en lugar de un bono ultra-largo" explicaba Jon Hill, estratega de renta fija de BMO, a la CNBC.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo esta semana que EEUU tiene previsto aumentar su emisión de bonos a 10, 20 y 30 años para extender el tiempo que el gobierno tiene para costear su deuda. También señaló que se había considerado la emisión de bonos a ultra-largos a 50 y 100 años, pero los descartó por la falta de demanda.
Hill señaló que el precio del bono a 20 años era atractivo de cara a la subasta y que éste debería ser atractivo para los inversores extranjeros que consideran que los bonos del Tesoro de EEUU son una alternativa a otra deuda soberana de países avanzados, que en múltiples casos cuenta con rendimientos negativos.
El Tesoro de EEUU anunció por primera vez sus planes para emitir de nuevo un bono a 20 años a comienzos de año, cuando se esperaba que el déficit fuera de alrededor de un billón de dólares. Wells Fargo ahora espera que el déficit federal alcance los 3,4 billones en el año fiscal 2020 y se reduzca a 2 billones de dólares en 2021.
