La época de confinamiento ha disparado la creatividad para que el aburrimiento no venza: clases de baile, manualidades, conciertos amateur... No obstante, hay algunos clásicos para pasar el rato que no solo no mueren, sino que se hacen más fuertes, eso sí, modernizados gracias al desarrollo de la tecnología. Es el caso del streaming o, dicho de otra manera, el acceso a un catálogo inmenso de series, películas o documentales vía Internet. Y en esto el rey indiscutible es Netflix.
La compañía estadounidense, que empezó alquilando DVD entregados por vía postal, cuenta con más de 180 millones de suscriptores a lo largo y ancho del globo. Solo en el último trimestre, que ha coincidido con parte del confinamiento, ha sumado 16 millones de usuarios nuevos. Su liderato en este sector queda reflejado en su evolución en bolsa. Es la única de las grandes firmas de streaming que sube en bolsa desde que estalló la corrección a finales de febrero. Se anota ganancias del 16%, frente a una caída media de sus comparables del 24% en el mercado estadounidense. Solo en la última década sus acciones se han disparado más de un 2.600%. Una alargada sombra que ningún competidor está consiguiendo acortar, al menos por ahora.

Uno de los rivales que más ruido ha hecho en los últimos meses ha sido Walt Disney con el lanzamiento de Disney+, su plataforma de streaming. Aunque en el primer trimestre anunciaron que contaban con más de 30 millones de usuarios, en abril comunicaron que habían alcanzado los 54,5 millones y su objetivo era tener de 60 a 90 millones de suscriptores en todo el mundo para 2024. Este subidón, le ha permitido a la compañía de Mickey Mouse salvar algo el primer trimestre del año, ya que el cierre de sus parques temáticos, con los servicios que lleva asociados, ha sido un duro golpe para sus cuentas, en las que representan más de un 35% de las ventas. El consenso prevé que su beneficio caiga este año un 70% respecto a 2019, hasta los 2.390 millones de euros.
Pero donde se crea una desventaja también puede nacer una oportunidad y esta pandemia puede ser el trampolín de Disney para que su plataforma consolide una base de clientes que le permita competir de tú a tú con Netflix. Según un informe de Digital TV Research, las suscripciones globales a los servicios de vídeo bajo demanda aumentarán en 519 millones entre 2019 y 2025, hasta un total de 1.161 millones y la mayor parte de este pastel será para Disney+. La compañía sumaría en este periodo 176 millones, para hacer un total de 202 millones. Netflix alcanzaría los 258 millones, mientras que Amazon Prime Video, HBO Max y Apple TV+ llegarían a los 141, 25 y 14 millones, respectivamente.
En el caso de Amazon es difícil dilucidar cuántos usuarios tiene ahora, ya que su servicio Amazon Prime Video se incluye dentro de la suscripción Amazon Prime, que hace poco superó los 150 millones de usuarios, si bien esto no implica que todos ellos consuman su servicio de streaming.
La TV por cable en aprietos
En el caso de las otras plataformas más conocidas, HBO y Sky, sus compañías matrices, AT&T y Comcast, están en una encrucijada. Y es que el cierre de bares, restaurantes y hoteles y la cancelación de eventos, principalmente los deportivos, están suponiendo una oleada de cancelaciones a sus servicios de cable, su gran fuente de ingresos. Según The Wall Street Journal, solo en los tres primeros meses del año las suscripciones por cable en Estados Unidos cayeron en más de 2 millones, el mayor descenso trimestral de la industria registrado. Además, a medida que los hogares vayan perdiendo nivel de ingresos, esta situación puede agravarse mucho más. Esto se suma a la presión que ya tenían este tipo de empresas antes de la pandemia por el viraje de los clientes a plataformas como Netflix. Los analistas prevén que su beneficio sea el único de las grandes del sector que crecerá en 2020. Aumentará un 10% para cerrar el año por encima de los 2.700 millones de euros (2.926 millones de dólares). AT&T sufrirá una tímida caída del 12%, según las estimaciones, por debajo de los 15.700 millones de euros, mientras las ganancias de Comcast se contraerán un 37%, hasta los 7.855 millones de euros.
Algunas firmas como Comcast, están consiguiendo aguantar mejor por el aumento de suscripciones a Internet, que se ha disparado, precisamente, por el incremento de la demanda de plataformas de streaming. Comcast es la propietaria de Sky, que cuenta con casi 24 millones de usuarios. Esta división aporta casi un 18% de los ingresos, frente al 5% que suponía en 2018.
El de HBO es un caso especial. Detrás de esta marca, propiedad de Time Warner, que fue adquirida por AT&T hace dos años, se encuentra un canal de suscripción por cable, es decir, no es una plataforma de streaming al uso. Lo que ocurre es que ofrece una aplicación para poder acceder a su contenido por todo el mundo, como podría ser Atresplayer o Mitele en España, pero de pago. Ahora, Time Warner se prepara para el lanzamiento de HBO Max, su servicio 100% en streaming que ofrece todo lo del canal HBO y otras opciones exclusivas para la plataforma. Sin tener en cuenta a los abonados al cable, HBO cuenta con unos 8 millones de usuarios, según las previsiones.