
La expansión de la crisis del coronavirus ha provocado una situación de incertidumbre en todo el mundo, con la consecuente dificultad para estimar el impacto que tendrá en las economías, si bien es cierto que ya se comienzan a conocer los primeros datos. Ignacio Múñoz Alonso, estratega macro de Inversis, recuerda que este año el 90% de los países experimentarán una contracción en su economía, frente al 60% de 2009.
Sin embargo, la gran preocupación de los economistas es la profundidad de la recesión -la horquilla de estimaciones es amplia- y, sobre todo, los daños permanentes que pueda llegar a causar en la economía global. "El impacto dependerá de la extensión temporal, la rapidez en la realización de los test a porcentajes amplios de población, el desarrollo de la vacuna, los repuntes en la infección, el impacto en las cadenas de producción, la pérdida de productividad, la destrucción de la capacidad instalada, el desplome en las materias primas, el endurecimiento de las condiciones financieras, los cambios en hábitos de consumo o los efectos de segunda ronda", especifica Múñoz Alonso.
Con las primeras cifras del PIB del primer trimestre ya en la mano, la clave estará en el impacto que tendrá en el segundo semestre, ya que en el caso europeo en el caso europeo durante el primer trimestre del año la economía solo estuvo cerrada durante unas semanas. "El impacto se concentra en el segundo trimestre y se agudiza por el endurecimiento de las condiciones financieras, el colapso del comercio internacional, la disrupción en los mercados de cambio y la caída de precios de las materias primas", argumenta el estratega macro de Inversis.
De este modo, señala la necesidad de mantener unas "líneas de defensa" que permitan mantener la integridad del sistema productivo, del sistema financiero y bancario y de las finanzas públicas. "Es necesario intentar que este choque exógeno sea eso, exógeno, temporal y lo más breve posible. Sin alterar la capacidad del tejido industrial. Que cuando se decrete la normalidad cualquier persona pueda recuperar el trabajo perdido. La contracción puede ser superable y el daño reversible si el episodio mantiene su carácter temporal", apunta.