
El mercado apunta por una nacionalización en Estados Unidos de Bank of America, Wells Fargo y Citigroup y una bajada de rating de las aseguradoras en Europa. El Ibex perforó el suelo de 2008 y el oro volvió a escalar, por momentos, hasta 1.000 dólares. Pese al plan de rescate aprobado el pasado sábado en EEUU para salvar a la banca del país, el sector sigue siendo el óxido que deteriora los engranajes del parqué.
Bank of America, Wells Fargo y Citigroup encendieron la mecha tras la noticia de que los diferenciales de sus CDS (Credit Default Swaps o productos aseguradores de deuda) marcaran nuevos récords, hasta 295, 260 y 450 puntos básicos. De la noticia se desprende la falta de fe del mercado en cuanto a la efectividad definitiva del plan de Obama, lo que derivó en abultadas caídas de los títulos de las tres entidades el viernes (la primera bajó un 3,5, la segunda, un 9, y la tercera, un 22) y del Dow Jones, que encajó un descenso semanal del 6 por ciento. Según analistas encuestados por Bloomberg, si continúan los impagos de créditos en EEUU, el Gobierno se vería obligado a nacionalizar bancos, algo que la Casa Blanca se ocupó de desmentir. El miedo también se instaló en las aseguradoras europeas, tras conocerse que S&P ponía en perspectiva negativa la calificación de Axa y Aegon.
La bolsa española retrocede a 2003
En el parqué español la banca lastró a los índices y se volvió a cumplir la ley de Murphy cuando se pulverizó el suelo del Ibex 35 en 2008 (7.737,2 puntos en el intradía). Tras de un descenso semanal del 8 por ciento, el índice español cerró ayer en 7.603,6 puntos, muy cerca de los mínimos de la sesión (7.601,8 puntos), y a niveles no vistos desde 2003. Popular cerró la semana como el peor valor del Ibex, acompañado de otros bancos como BBVA, Banesto y Sabadell. Puso la excepción Bankinter, que suma en el año un 5,8 por ciento.
Los malos resultados empresariales también contribuyeron a abrir la caja de Pandora. Ayer, la compañía minera británica Anglo American se desplomó casi un 17 por ciento tras anunciar que suspenderá su dividendo y su programa de recompra de acciones; Hewlett Packard, el mayor fabricante de ordenadores, recortó sus previsiones de beneficio, lo que llevó su acción hasta precios de 2005. En el interbancario, el euribor cayó hasta el 2,074 por ciento, retomando así su camino para igualar los tipos oficiales.
En el mercado de divisas, la moneda única encajó una caída semanal frente al billete verde del 0,08 por ciento, tras alcanzar el tipo de cambio los 1,2851 dólares por euro. Fue la reacción a las expectativas de un nuevo recorte de tipos (hasta el 1,5 por ciento) por parte del BCE en la próxima reunión de marzo, tras afirmar ayer su presidente, Jean-Claude Trichet, que la inflación en Europa está muy próxima a estabilizarse. En el mercado de materias primas, el barril Brent perdió hasta los 41,78 dólares, mientras el estadounidense West Texas se situó en los casi 39. Y es que el temor se ha hecho fuerte y, el oro volvió a saborear los 1.000 dólares por onza. Parece que sólo queda fe en el oro.