Bolsa, mercados y cotizaciones

La banca se queda como Walt Disney hasta colorearla

Carta al inversor que se aleja del pánico (quinta semana de confinamiento): Estos días comentando con nuestro corresponsal en EEUU la entrevista con el director del Departamento de Asuntos Monetarios del Fondo Monetario Internacional, Tobias Adrian, en la que pronosticaba que la banca en España se va a partir en la salida de la crisis, me invadió el barvarismo: "Jose, a la banca, como a Walt Disney, la vamos a tener congelada hasta que sepamos que la vamos a colorear".

En estos días hemos publicado uno de esos artículos que no son de los más leídos pero son ejemplo de información diferencial con el título El desplome bancario europeo calca la caída kamikaze japonesa desde 1989. Carlos Jaramillo nos contaba que durante las últimas semanas, en prácticamente cualquier métrica bursátil que se le ocurra al inversor, la banca de la eurozona ha batido su récord histórico a la baja. El sector ha tocado mínimos de valoración por su multiplicador de beneficios, sobre su valor en libros y el tangible, mientras que por precio también marcaba su cota más baja de la historia llevando sus pérdidas desde máximos de 2007 al 90% y al 70% con pagos de dividendos.

El único sector en el que los expertos no se atreven a poner una fecha a la recuperación de la normalización tras el coronavirus es a la banca. La necesidad obliga a la seminacionalización de su actividad para que preste dinero, en buena parte público, para que la economía vuelva a reactivarse. El precio para el accionista de los bancos es que mientras esto ocurre hay que olvidarse de los beneficios y los dividendos. Y el temor principal es mirar por el espejo retrovisor a Japón.

El dinero público siempre antes ha sido privado, pero para que la banca vuelva a poder pensar en ganar dinero, porque la economía se haya recuperado, el dinero privado hay que ponerlo al servicio público. Como ha hecho Bankinter en un anuncio que sube la moral como el gol de Iniesta a Holanda, "el dinero no es dinero, el dinero es el esfuerzo.... Esto pasará seguro. Este no es nuestro destino. Lo importante es que nadie se quede por el camino". Y hasta después de esto algunos criticarán a los bancos desde su insensatez.

Pero mientras esto pasa, a la banca le toca lidiar no con retrasos (que en realidad desplazan el negocio, que hoy no se hace, en el horizonte) y sí con impagos. Cuando el responsable del FMI dice que la banca española se va a partir en la salida de la crisis no pone nombres. Separa entre las antiguas cajas, la gran banca doméstica y las internacionales, de mayor a menor preocupación. Discrepo algo. Creo que saldrán mejor los bancos con más dependencia de crédito hipotecario que los que sufran quiebras de empresas y dependan de financiaciones sindicadas fallidas. Recuerden al Popular.

P.D: el próximo 15 de marzo celebraremos que sobrevivimos al idus del Covid-19.

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