
Lo que opina el presidente de la mayor gestora de activos del mundo, BlackRock, que controla unos 7 billones de dólares, no deja indiferente a nadie. De ahí que la carta anual que Larry Fink dirige a sus accionistas sea escudriñada con atención para conocer las ideas y la estrategia de una de las mayores firmas de gestión de activos.
El interés aumenta más si cabe, ante la incertidumbre generada por la pandemia de la Covid-19 en la economía global, con un tercio de la humanidad confinada en sus casas, la actividad económica paralizándose y los mercados soportados por una inyección de liquidez sin límites. Ante esta situación, Fink comienza su misiva recordando que "en mis 44 años de experiencia en el sector financiero, nunca había visto nada igual".
"La epidemia no solo ha impactado en los mercados financieros y el crecimiento a corto plazo. Va a significar una reevaluación de muchos supuestos sobre la economía global, como la obsesión por los procesos cortoplacistas en las cadenas de producción o nuestra dependencia del transporte aéreo internacional, al igual que se replanteará la forma en que trabajamos, compramos, viajamos y nos relacionamos", asegura Fink, para quien cuando salgamos de esta crisis "el mundo será diferente. Los negocios cambiarán. El consumo cambiará. Y la psicología del inversor cambiará. Y seremos más profundamente dependientes de nuestras familias para sentirnos más seguros".
El presidente de BlackRock se muestra optimista en que la recuperación económica será rápida, al no ser una crisis estructural, porque los bancos centrales han actuado rápidamente para controlar los mercados de crédito y los gobiernos están actuando agresivamente para implantar estímulos fiscales, gracias a la experiencia de las crisis financieras de los últimos años.
"Si los gobiernos no son cuidadosos en el diseño de sus programas de estímulo, el sufrimiento económico provocado por el virus caerá sobre los hombros de la parte más vulnerable de la sociedad"
En su opinión, el desafío sanitario que plantea el coronavirus al mundo no entiende de líneas partidistas o fronteras nacionales, pero "si los gobiernos no son cuidadosos en el diseño de sus programas de estímulo, el sufrimiento económico provocado por el virus caerá sobre los hombros de la parte más vulnerable de la sociedad".
A su juicio, aunque es imposible saber si el mercado ha tocado fondo ya, existen "tremendas oportunidades" de inversión a largo plazo. "En BlackRock tenemos una visión a largo plazo de los mercados y la aplicamos en nuestra forma de trabajar. El mundo saldrá de esta crisis. La economía se recuperará. Y para aquellos inversores que no se fijen en el suelo tembloroso que tenemos bajo los pies, hay tremendas oportunidades en los mercados", subraya.