El pánico y la incertidumbre desatada por el COVID-19 vuelve a revivir el fantasma de la crisis financiera tras el colapso de Lehman Brothers. Pese a que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, celebró el buen dato de empleo al grito en Twitter de "TRABAJOS, TRABAJOS, TRABAJOS!!!" y previamente confirmó que "los mercados repuntarán", las mesas de inversión barajan ya más rebajas de tasas mientras algunos economistas hablan ya de paquetes de estímulo fiscal por valor de 350.000 millones de dólares.
Al arranque de la última negociación bursátil de la semana, las ventas volvían a instalarse en los principales indicadores mientras que el rendimiento del bono americano a 10 años tocaba un nuevo mínimo histórico, al situarse en el 0,7%. Síntomas que indican que el mercado continúa esperando más intervenciones por parte de la Reserva Federal a corto y medio plazo.
"Con el rendimiento del Tesoro a 10 años cayendo a un nuevo mínimo histórico y los mercados de valores de nuevo bajo presión, es cuestionable si la Fed podrá esperar hasta su reunión del 17 y el 18 de marzo para implementar otro recorte de tasas", sentenciaba en una nota a sus clientes Paul Ashworth, economista jefe de Capital Economics.
Tradicionalmente, siempre que el banco central de EEUU ha implementado una rebaja de emergencia, como la activada el martes, posteriormente en su reunión oficial del Comité de Mercados Abiertos (FOMC, por sus siglas en inglés) volvía a reducir el precio del dinero en otros 50 puntos básicos. Una dinámica que ya da por descontado el consenso, que asume que la Fed rebajará tipos en 50 puntos básicos en las próximas semanas.
El propio presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, dijo el viernes durante una entrevista en Bloomberg que "todo está sobre la mesa". "Estamos dispuestos a hacer más, estamos monitoreando la situación y podemos reunirnos en cualquier momento", añadió. Algo que deja abierta la posibilidad planteada por Ashworth de que si la debacle continúa con la misma intensidad, el banco central podría verse obligado a reaccionar de nuevo antes de su encuentro oficial del 17 y el 18 de marzo.
Mientras tanto, Andrew Hollenhorst, economista de Citi, actualizó las proyecciones del banco y en un informe a sus clientes dejó saber que actualmente su equipo espera que la Fed vuelva a situar los tipos de interés en mínimos históricos, en un rango del 0% y el 0,25% como ya lo hizo ante el azote de las hipotecas basura en 2008.
De esta forma, el escenario base de Citi plantea un recorte de 50 puntos básicos el próximo 18 de marzo (dejando el precio del dinero en el 0,5% y 0,75%). Otra rebaja de 25 puntos básicos el 29 de abril (que llevará las tasas al 0,25% y el 0,50%) y otro recorte adicional de 25 puntos básicos de emergencia o para el encuentro previsto en junio que dejará las tasas en el 0 y el 0,25%.
Hollenhorst no espera una recesión en EEUU y proyecta un fuerte repunte en la segunda mitad del año. Aún así advierte que la preocupación por la debilidad global y el deseo de evitar un endurecimiento de las condiciones financieras "convencerán a la Fed para reducir las tasas a casi cero y dejarlas así durante el resto de 2020",
En una entrevista con la CNBC, Larry Kudlow, el director del Consejo Económico Nacional, determinó que la administración Trump "no quiere entrar en pánico" en lo que a medidas de estímulo se refiere y aboga por planes específicos.
Dicho esto, Jason Furman, actual profesor en Harvard y ex presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca entre 2013 y 2017 abogó en un editorial publicado por el Wall Street Journal por un estímulo fiscal de alrededor de 350.000 millones de dólares como una respuesta efectiva a la actual situación. "El Congreso debería ofrecer 1.000 dólares a cada ciudadano y otros 500 dólares por cada hijo lo antes posible", planteó.